Esta película es una peli de productor, no de director. Es el capricho de uno de los tipos más poderosos del cine español: Enrique Cerezo, dueño de, al menos, el 77% del cine español. Cerezo es propietario de todo ese cine, poseedor de los derechos de Berlanga, Saura, Álex de la Iglesia, Querejeta... Tiene la mayor cantidad de derechos de películas del mundo, su catálogo de películas es estremecedor.
Al presidente del Atlético de Madrid, y personaje bastante oscuro y con mala fama entre la gente del cine, siempre le han perseguido los rumores: dicen que es un intrigante que compra a precios bajos y que se aprovecha de la necesidad de los propietarios con los que negocia. Sus inicios son los de ese prototipo de la derecha, el hombre “hecho a sí mismo” (algo que nunca he sabido muy bien lo que significa) y que fue asistente de cámara en El viento y el león, de John Milius, rodada toda ella en España.
El último pelotazo de Cerezo ha sido gracias al programa de TVE Historia de nuestro cine. Estamos hablando de uno de los acuerdos más deslumbrantes firmados por el ente público con una productora española: unas 700 películas españolas, la mayoría de Cerezo.
Digamos, pues, que Cerezo estaba en disposición de afrontar una superproducción a la española con un presupuesto de 6 millones de euros. ¿Y saben qué? Que no le ha salido nada mal la película. Olvídense de esa cosa infumable y patriotera que fue Los últimos de Filipinas (1945), dirigida por Antonio Román y hecha para alabar las glorias del perdido imperio español, esos camelos que le gustaban a Franco. Esta película no tiene nada que ver con esa historieta.
Se podría decir que esta nueva aproximación al absurdo de aquella guerra es neoépica. Es decir: cuenta con los elementos de la épica (soldados valerosos, hombres viriles, excusas patrióticas...) pero con un barniz de oscuridad y cinismo que aporta mucho a un guión trabajado y con un buen ritmo y cuyo único pero es el exceso de metraje y, sobre todo, algunos diálogos pomposos y sonrojantes, frases “importantes” soltadas por burdos soldados.
No hace falta decir de qué va, pero lo adelanto. En 1898, y en la colonia española de Filipinas, una patrulla española fue sitiada por insurrectos en el poblacho de Baler. Todo se desarrolla en la isla de Luzón y la trama transcurre durante 337 días de puro infierno. A los cabecillas de los llamados “últimos de Filipinas” les costó aceptar el Tratado de París entre España y Estados Unidos, en el que cedíamos la soberanía sobre Filipinas a los yanquis. El fin del imperio.
La película, rodada con pulcro clasicismo por Salvador Calvo (bregado en series como Alatriste, Alakrana o Niños robados) cuenta con un estupendo reparto de actores españoles como Luis Tosar, Álvaro Cervantes, Karra Elejalde, Eduard Fernández, Patrick Criado, Miguel Herrán o Carlos Hipólito. Todos ellos eficientes a excepción de Javier Gutiérrez, bastante sobreactuado.
Aunque la película sea de Cerezo y haya contado con la financiación de cadenas conservadoras como 13TV o Telemadrid, no es una loa al imperio perdido y la patria tocada, sino todo lo contrario. El guión, de Alejandro Hernández, hace hincapié en la miseria moral de la gentuza que comandaba a la tropa (Tosar y Fernández), al absurdo de una guerra tan absurda como ésa, a la diferencia de clases y a los corruptos que (ya entonces) gobernaban España.
1898, los últimos de Filipinas tiene momentos logrados como la llegada de la tropa a la jungla (magníficamente fotografiada por Álex Catalán), las escenas de batalla (bien rodadas), la épica y clásica despedida final, la relación entre el religioso (Elejalde) y el soldado artista (estupendo Álvaro Cervantes), la decadencia del capitán con su perro (Fernández) y el sadismo del que toma el mando (Tosar).
Es de agradecer que, a día de hoy, alguien en el cine español tenga los redaños de hacer cine bélico y épico, aunque sea neoépico. Y que lo haga entretenido, como entretenida era Zulu (1964), la historia de otros pirados imperialistas acorralados.
Estamos hablando de un cine que cuenta una página de la historia de España y que, como tantas páginas de nuestra historia, es ridícula. Porque sólo de miserables, cretinos e idiotas se puede calificar a los que sacrificaron a sus hombres en vez de rendirse y disfrutar del hedonismo que les ofrecían en la puñetera cara los amables filipinos. Un paraíso.
Decía Christian Marquand en Apocalypse Now Redux a los americanos: “Están ustedes luchando por la mayor nada de la historia”. De hecho, cuando todo ha terminado, hasta el personaje más negativo (el de Gutiérrez) lo acaba asimilando con una frase lapidaria: “A la mierda España”. Por eso esta película, que empieza como un western y acaba como una película antibélica es, con sus excesos, un entretenido y digno retrato de la estúpida cabezonería española. Nuestra esencia.
pues segun este comentario España es un pais ridiculo que no a aportado nada al mundo.todo lo que hizo España para los de izquierda estaba mal hecho.pobre España quien te avisto y quien te ve
Cómo sería la venta de Cuba, y Filipinas a los EEUU ( Puerto Rico, se la quedaron para compensar los gastos), que el negociador español Montero Ríos, a su muerte renunció a todas las condecoraciones españolas que la corona le había otorgado.
josni, come culos
Ayer estuve viendo la película , Los Últimos de Filipinas , mi consejo , si te gusta la Historia , si te consideras Español, amas , con todos sus defectos a tu nación, no vayas a verla , ahórrate el dinero , podían haber hecho un buen trabajo , pero se inventan un soldado dibujante andaluz a quien un sargento sádico le corta la mano , puedes ver un fusilamiento , también inventado, de unos desertores cuando se encuentran dormidos , fusilamiento que si existió pero que no fue así , puedes también ver a un oficial disparando a una mujer, con un rifle, que canta como un guiño a la versión franquista de la película , la canción : Yo te diré… , puedes ver también a un capitán del que dice el sargento no es como nosotros , indicando que puede ser homosexual, porque tiene un perrito al que cuída, y como colofón , cuando están a punto de salir de la Iglesia, uno de los soldados dice: «A la mierda España» , estos detalles , absolutamente inventados , sobran y ofenden la memoria de los hombres que estuvieron encerrados en la iglesia del Baler, si quieres saber qué pasó los últimos de Filipinas , hay libros de sobra el último y más conocido es el de Manú Leguineche , los progres que hicieron la película tenían que hacer algo para que no fuera políticamente incorrecta , tenían que inventar yo digo , a la mierda el guionista , ojalá se arruinen como Trueba, los actores son buenos , pero la basura no se paga , espera que sea un fracaso y cuando la pongan en la tele y no te cueste , la ves , y entonces me darás la razón , no somos perfectos tenemos muchos defectos, pero si amas a tu pais, no la veas hasta que sea gratis, por favor pásalo.
Vi, al principio, los logos de los patrocinadores, creo , no estoy seguro, o TVE o TeleMadrid, ¿ No leen los guiones quien da el dinero ?
«Porque sólo de miserables, cretinos e idiotas se puede calificar a los que sacrificaron a sus hombres en vez de rendirse y disfrutar del hedonismo que les ofrecían en la puñetera cara los amables filipinos. Un paraíso.»
Qué fácil es calificar (o descalificar) a unos hombres que lo dieron todo por si País. Qué fácil analizar el pasado desde la ideología propia. Como al autor de este artículo le parece ridículo morir por España, considera que todo aquel que lo hiciera en el pasado, era un miserable, cretino o idiota.
Que algunos no entendais que habia hombres de España que morian por dignidad y honor, nos os da el derecho de insultarles.
Basta con leerse el decreto del general Filipino para darse cuenta de quienes fueron esos españoles, de todos los rincones de España:
««Habiéndose hecho acreedoras a la admiración del mundo las fuerzas españolas que guarnecían el destacamento de Baler, por el valor, constancia y heroísmo con que aquel puñado de hombres aislados y sin esperanzas de auxilio alguno, ha defendido su bandera por espacio de un año, realizando una epopeya tan gloriosa y tan propia del legendario valor de los hijos del Cid y de Pelayo»
Pero segun el autor de este articulo, seguro que es otro «franquista».
Cuanto daño ha hecho a España Franco, y los «progres» que escriben de historia sin tener ni puta idea, como el autor de este artículo.
Eso más que una crítica es una aberración. Caben pocos más insultos a España, los españoles y su memoria histórica.
El escribiente se ve que está infecto del virus progre hasta las mismas cejas.
No he visto forma más deshonrosa de mancillar la memoria de unos héroes, obviando los valores patrióticos de la época.
Mientras los anglos no tienen reparos en exaltar y hasta inventarse sus propios héroes, aquí el más torpe percal se dedica a mancillar la memoria de los héroes y gestas patrias, y así nos va.
Cuando se estrenó la película pensaba ir a verla -gran parte de las escenas se rodaron en el municipio en el que vivo-, pero después de ver el trailer, me bastó para saber que era otra basura más de los «patriotas» cineastas españoles.
Y no sé porqué me da que al Cerezo, 13Tv y demás tuvieron que engañarlos para poder hacerse partícipes de esa bazofia.
Al renegado escribiente le aconsejo que se empape de la historia y cultura de esta web: http://civilizacionhispanica.org/
Le hace falta urgentemente.