Ahora es el padre de 8 apellidos vascos y le paran por la calle, pero lleva casi treinta años haciendo cine. Debutó como Carlos Elejalde en A los cuatro vientos, en el 87, y ha trabajado a las órdenes de Bajo Ulloa, Medem, De la Iglesia, Uribe, Calparsoro, Balagueró, Fernán Gómez, Gutiérrez Aragón, Vigalondo, Bollaín, Almodóvar e Iñárritu. Su primer pelotazo fue Airbag, que le animó a debutar en la dirección con Año mariano, experiencia que repitió en Torapia. No ha querido saber nada más de dirigir. Hoy disfruta de su segundo pelotazo, agradecido pero sin emocionarse demasiado.
Quedamos después de comer y se presenta algo desabrido y cansado. Pero enseguida se pone cómodo, se relaja y se suelta. No es fácil entrevistarle, es una ametralladora. Acaba de estrenar A esmorga, una película que ha arrasado en los cines gallegos y que es la adaptación del clásico censurado de Eduardo Blanco Amor. Pronto estrenará 9 apellidos vascos, Rey gitano y Embarazados. No para.
– Empezaste a destacar con tres directores vascos que hicieron historia con su debut: Juanma Bajo Ulloa, Julio Medem y Alex de la Iglesia. Las películas fueron Alas de mariposa, Vacas y Acción mutante. La carrera de De La Iglesia, para el que interpretaste a aquel descacharrante tullido llamado Manitas, ha sido constante, pero ¿qué ha sido de las de Medem o Bajo Ulloa?
– A Medem no le perdonaron lo del documental La pelota vasca. Y que seas prolífico no te hace mejor o peor director, ojo. Bajo Ulloa acaba de hacer conmigo Rey Gitano después de no rodar una película en 10 años. ¿Cómo los veo? Fue una hornada de gente con gran talento.
"Cobro lo mismo por estar 'full time' dos años en una 'peli' como director que dos semanas como actor. Y no he venido a este mundo a sufrir" |
– ¿Han vuelto a saltar chispas rodando con Bajo Ulloa? Se dice que vuestra relación es bastante intensa siempre.
– Con Juanma tengo una relación amor-odio. Es una bestia.
– Hablemos de tu faceta como director de cine. Tras Torapia, dejas de interesarte por la dirección. Dices que no te sale a cuenta.
– No me sale rentable. Cobro lo mismo por estar full time dos años en una peli como director que dos semanas como actor. Y no he venido a este mundo a sufrir. Ya no quiero sufrir más.
– ¿Sueles volver a ver las películas que has hecho?
– No. Cuando la haces ya la ves muchas veces. Esta última, A esmorga, la he visto 17 veces. Pues ya está.
– ¿Y en la tele, cuando ya han pasado años?
– Vi Año mariano el otro día. Pase un rato riéndome, diciendo “qué cabrón este y el otro”, “qué jóvenes éramos”, “anda, qué error”, “hostia, qué de puta madre eso”... Y sin acabar de ver la película me puse a ver un partido de la NBA. Siento mucho respeto por todos los trabajos que he hecho. En este país el hecho de que te ofrezcan trabajar es la leche. Y dicen de mí que soy generoso trabajando y no es que sea generoso, lo que soy es un egoísta, porque es mi puta cara la que está ahí. Hay películas que son una bendición y otras que son un tormento. Y muchas veces las bendiciones son fallidas y los tormentos una maravilla, como A esmorga. Y aquí no hay matemáticas, ¿eh? Es acojonante. A veces tienes un buen elenco, buen director... y sale un churro.
– En la promoción de 8 apellidos vascos la montaste parda porque dijiste que creías que el gobierno del PP no perdona al cine su apoyo a las protestas contra la Guerra de Irak. Que son unos rencorosos.
"¿Qué pasa? ¿Que los que no somos ideológicamente afines somos cultura de tercera?" |
– Es que cuando oigo a Montoro sugerir que hay cultura y “cultura”... ¿Los del cine qué somos, cultura de tercera? ¿Los que ideológicamente no somos afines somo cultura de tercera? ¿Si hay un pintor de derechas ese es cultura de primera? De toda la vida se sabe que un pueblo analfabeto es fácil de domesticar. ¿En manos de quién estamos? Ni IVA ni gaitas, es imprescindible una Ley de cine. Pero si lo hacen hasta en Corea...
– ¿Hay otros intereses de fondo?
– No quieren proteger el cine porque les interesa no protegerlo. ¿Qué les mueve? ¿El rencor, que no somos de su ideología, que somos molestos? ¿Qué pasó con la generación del 27 o del 98? ¿Qué eran? ¡Eran rojetes! ¿Qué vais a hacernos? ¿Extirparnos, como a Eduardo Blanco, el escritor de A esmorga, que era republicano, escribía en gallego y no era del Movimiento? Había que escribir en castellano y ser del Movimiento para no ser borrado... ¿Qué mierda es esto?
– El cine y el teatro desprotegidos, los presupuestos culturales recortados... ¿Es posible que se esté pretendiendo que la palabra cultura se convierta en sinónimo de élite?
– ¿Si todo el mundo va a las universidades y se acerca a la cultura, quién es mi cochero, mi jardinero, quién es mi sirviente? ¿Quién recoge nuestras mieses, quién recoge nuestras olivas? Igual esto suena estúpido, o rojeta, o anarco... pero es así. Esto no pasa en Portugal.
– ¿Portugal como ejemplo?
– Gente muy culta. Y adoran a su país. Y su gobierno protege su cultura. España es un país en bragas, hemos sido un referente cultural y nos van a hundir.
– ¿Es para tanto?
– Sí. Yo el Goya se lo dediqué al público. El público nos ha salvado. Y 8 apellidos vascos es solo un éxito puntual, no digamos que su taquilla demuestra que se ve cine español porque no es verdad. A esmorga está en las antípodas de 8 apellidos vascos y en ella el espectador ve otra versión de mí.
"No meo colonia ni cago flores. Tengo que agradecer el momento que vivo y relajarme porque todo lo que sube baja" |
– No paras. Ahora llega la secuela de 8 apellidos vascos, la nueva de Bajo Ulloa, has hecho una cosita en televisión...
– En Chiringuito de Pepe, pero no es nada, un cameo. Tal como estamos, tener trabajo es la hostia. Y ya más Goyas no, que van a acabar odiándome. Somos un país muy tremendo, que aúpa a alguien para luego pisotearlo. Demasiada suerte he tenido, ya está bien.
– Has resumido lo que es la fama con una frase: antes era “el de Airbag” y ahora soy “el de 8 apellidos vascos”.
– Si te empiezan a hacer hijo predilecto de pueblos y te ofrecen las llaves de oro, no te lo tomes en serio. Ya soy mayor, no me voy a volver loco y tengo unos referentes en mi tierra y en mi gente, que es como yo y no van a dejar que me vuelva estúpido. No meo colonia ni cago flores. Tengo que agradecer el momento que vivo y relajarme porque todo lo que sube baja, y en este país más. Hay que vivir el momento, agradecer la situación y dejarse de hostias. Todo lo que subió a más diez, bajará a menos diez. Y cuidado, que por elegir un papel te puede venir la mala suerte. Cuando las cosas me van bien nunca me dejo ser feliz del todo. No hay suerte para el obrero, y yo vengo de ese estrato social. No estoy acostumbrado a que me pasen tantas cosas buenas, prefiero no ser feliz del todo.
– ¿Cuál es la respuesta para seguir en esa montaña rusa o en esos periodos calientes y fríos?
– La respuesta es que no me creo nada. Cuánto esfuerzo en algo que no gusta y luego haces con la picha otra cosa que arrasa. No me creo nada. No me creo que sea tan malo cuando no me quieren o tan bueno cuando me quieren. Lo agradeces, lo aprovechas y a tomar por el culo.