25 años de El Vals del obrero: el disco de Ska-P que traspasó todas las fronteras posibles
- Un 21 de marzo de 1996 se publicaba “El Vals del Obrero”, segundo disco de Ska-P. Una banda de Vallecas que a ritmo de ska, punk y rock ha dado la vuelta al mundo
- "Nos metimos a grabar el disco sin tener compañía de discos. Justo la noche que empezábamos pasó por allí una representante de RCA interesada", cuenta Tony López, productor del grupo
- La popularidad de ‘Cannabis' o ‘El Vals del obrero' están fuera de duda y han sonado en verbenas de pueblo, fiestas o discotecas fuera de los circuitos del rock
“Orgulloso de estar…entre el proletariado”. ¿Hay alguien que no sepa de qué canción hablamos? “Lega-legalización, cannabis de calidad y barato”. ¿Tampoco os suena este estribillo? Hoy hace 25 años que vieron a la luz estas y otras canciones. Un 21 de marzo de 1996 se publicaba “El Vals del Obrero”, segundo disco de Ska-P. Una banda de Vallecas que a ritmo de ska, punk y rock ha dado la vuelta al mundo desde entonces y cuyas canciones, especialmente las dos mencionadas, han traspasado fronteras de todo tipo: geográficas, musicales o generacionales.
Ska-P había debutado solo un año antes. En 1995 publicaban su primer trabajo, de título homónimo, y con canciones como Sargento Bolilla y, especialmente, Como un rayo, dedica al equipo de fútbol de su barrio, el Rayo Vallecano. “Dicha canción para muchos acaba siendo un himno y se empieza a escuchar mucho en casi todos los bares del barrio, poco a poco se va contagiando a otros garitos de la ciudad, y más y más gente se va enterando de que hay un grupo llamado Ska-P”, cuentan ellos mismos en su página web.
Aquel primer disco salió con una pequeña discográfica, Az Records. Para el siguiente, entraron en el estudio sin saber muy bien quién lo publicaría. Así lo cuenta a cuartopoder Tony López, productor de todos los discos de la banda. “Aquel disco me trae muchísimos recuerdos. Fue todo muy sorpresivo. Nos metimos a grabar el disco sin tener compañía de discos. Justo la noche que empezábamos a montar la batería en los estudios Red Led pasaron por allí unos representante de RCA, lo que hoy es Sony Music, interesada por el grupo. Ese mismo día me dijeron que quedáramos para firmar un contrato con ellos. Nos quedamos todos perplejos porque no teníamos ni idea de que iba a pasar esto”.
Esa aparición sorpresiva contrasta, según los recuerdos de López, con lo vivido en su primer disco. “Fue una cosa súper rápida, lo hicimos también en Red Led y lo paseamos por todas las compañías. Ninguna lo quería. Y mira por dónde, el año siguiente arriesgamos haciendo otro disco y fue sorpresa saber que había alguien interesado antes de empezar a grabarlo”.
Todo empezó en Vallecas. Pasaron de tocar en el mítico bar Hebe a hacerlo en festivales de renombre en la ciudad. López recuerda un Vallekas Rock, con Rosendo o Medina Azahara. “Nos metieron de teloneros casi por pena y yo diría que esa noche significó un antes y un después para el grupo, al menos en Madrid. Fue un éxito brutal siendo meros teloneros. Empezó a correrse la voz por Madrid y alrededores y la gente empezaba a hablar de la banda”, señala.
“El Vals del Obrero” contiene 12 canciones. “Pensamos en hacer un álbum con más contenido, porque el primero solo tenía 9”, dice López. La formación de aquel disco que pasaría a la historia estaba formada por Pulpul (voz y guitarra), Kogote (teclado), Joxemi (guitarra y coros), Julitros (bajo), Pako (batería) y Pipi (coros y performance). Los tres primeros se mantienen hoy en día en la banda.
Ninguno en la banda, cuenta López, puso especial atención a saber qué canciones triunfarían más o menos. Casualidad o no, Cannabis y El Vals del obrero fueron de los primeros temas que se hicieron en el local, según en el productor. “Tengo que confesar que para mí Cannabis no era un tema que fuera a ir en el disco. No lo veía como tema”, señala López. La canción es hoy en día un auténtico símbolo de la reivindicación de la despenalización de esta droga.
Más allá de los reconocidos éxitos mundiales, López reivindica el resto del álbum. “Creo que el disco es una joya. Tiene una serie de tema increíbles, Ñapa Es, Romero el Madero o Sexo y religión. “Este último apenas tuvo repercusión, es un tema increíble, era uno de mis favoritos”. “Siguiendo el estilo de Ska-P tenía que haber esas dos vertientes, de cachondeo y fiesta con denuncias serias”, añade el productor.
De Francia al resto del mundo y a las verbenas populares
Con un estilo reconocido, festivo-combativo y unas actuaciones originales sobre el escenario (no hay que olvidar los múltiples disfraces de Pipi), la banda creció. El disco fue vendiéndose. Y no sólo en España. Fue doble disco de platino en Francia, un lugar especial para el grupo. Con “El Vals del Obrero” en la calle comenzaron a cruzar la frontera. Algo que, ni antes ni ahora, era fácil para un grupo de ska, punk o rock que canten en castellano.
“Traspasaba fronteras, no nos lo creíamos. La primera vez que cruzamos la frontera pensábamos que no iba a ir nadie. Al final se llenó y nos impresionó cómo todo el mundo cantaba la letra, estrofas y estribillos”, comenta López al respecto de estos primeros viajes. “Es difícil que en tu propio idioma triunfes en toda Europa. Tiene la suerte Ska-P de haberlo hecho en un tiempo récord, porque triunfó bastante rápido”, añade.
Más tarde comprobarían su gran cantidad de seguidores en otros países europeos como Italia y en varios puntos de América Latina. El éxito de “El Vals del Obrero” arrastró al de su siguiente álbum, “Eurosis”, publicado en 1998. “A los 20 días fue disco de platino”, comenta el productor.
Quien conozca el “mundillo” musical de aquellos tiempos recordará cómo el grupo vallecano recibía algunas críticas por pasarse a una multinacional. Era una crítica recurrente a algunas bandas. López recuerda esas crítica. Y apunta que han seguido tocando temas incómodos para mucha gente desde entonces. “Nunca hubo una promoción al uso como con otros artistas. Televisiones, por ejemplo, pocas. Ska-P siempre ha sido fiel a esto, de no entrar en grandes promociones y publicidades”, explica el productor.
Aparte de las fronteras geográficas ya comentadas, las canciones de Ska-P llegaron a todos los rincones imaginados. La popularidad de Cannabis o El Vals están fuera de duda y han sonado desde entonces en verbenas de pueblo, fiestas o discotecas comerciales fuera de los circuitos habituales del rock. Y siguen haciéndolo. “Me atrevería a decir que ambas no las han dejado de tocar nunca. Son temas obligados, la gente no perdona si no la tocan. Son atemporales, por la temática y porque son muy populares. La han tocado por todo el mundo, de Moscú a América Latina”, señala López.
“Ska-P rompió una barrera. Nos sorprendía mucho al principio cuando alguien nos decía que había estado en las fiestas de su pueblo y habían tocado El Vals del Obrero. Todo esto ya pasó de ser una anécdota porque era constante. Es algo curioso dentro del mundo del punk-rock”, añade el productor.
Efectivamente, esos temas de Ska-P están en un selecto grupo de canciones que han trascendido más allá de la propia escena rockera. De hecho, los aficionados al baloncesto pudimos ver cómo en 2019 la selección española femenina la usaba como himno victorioso en sus éxitos europeos. La transversalidad de la canción ha llegado hasta tal punto que durante esta pandemia hemos visto cómo grupos de “hosteleros” que rechazaban las medidas sanitarias del Gobierno la usaban en sus manifestaciones de Palma de Mallorca. El grupo, mediante redes sociales, se quejó de ese uso. “Si señor, si señor, tú enemigo es el patrón”. Es tan difícil de comprender?. Esta canción es un llamamiento a la unión y la lucha de la clase obrera y no nos gusta que nadie la utilice con otros fines”, escribieron.
“Otra particularidad que tiene Ska-P es que desde los comienzos gustaba a niños pequeños. Ahora algunos vienen con sus hijos. Entonces ya hay varias generaciones que han disfrutado de Ska-P. Familias enteras. Esto pasa con pocos grupos”, reflexiona López. Como con otros grupos con mensaje político, mucha gente se politizó de algún modo, o empezó a interesarse por causas políticas con canciones de Ska-P. Te gusten más o menos, son historia, con mayúsculas, en nuestra escena musical.
Junto a su compañera Marisa Martín, ayudante de producción, conocen a la banda desde antes de ser Ska-P. Y en cierto modo, fueron sus descubridores. “Conocí a Pulpul cuando él tenía 18 años. Hacíamos otras cosas musicalmente y estando en los locales de ensayo, de vez en cuando tocaba algún ska, algo de La Polla o de Kortatu. Y creaba mucha expectación alrededor. Tanto que mi compañera dijo que deberían grabar algo así. Marisa les convenció de que fueran a grabar esto”, comenta.
Y así, hasta hoy. Será difícil ver a los vallecanos en un escenario de forma inminente. Primero, porque parece que están componiendo para grabar nuevo disco este año. Y segundo, porque las restricciones actuales complican la puesta en escena para todos. Pero pronto, cuando todo esto pase, serán miles de personas las que estarán deseando bailar y cantar aquello de “sí señor, sí señor, somos la revolución, tu enemigo es el patrón”. ¿Y si esos miles, millones, aplicaran los mensajes literales de la canción a su lucha y vida diaria?
Son buenos los ska-p éxitos a ellos
de lo mejor que se puede rescatar en la música