‘Dos pediatras en casa’, un libro para resolver dudas sobre la salud de tus hijos e hijas

  • Elena Blanco y Gonzalo Oñoro, pediatras de profesión, escriben su primer libro tras el éxito cosechado en un blog y las redes sociales
  • Las dudas más frecuentes que se encuentran en las consultas tienen que ver con la fiebre, la alimentación y los problemas del sueño, entre otras
  • "Estamos dedicados a la divulgación en general pero no podemos ser el sustituto de una consulta médica (...) los padres y madres deben tender a lo que diga su pediatra"

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¿Por qué llora tanto mi bebé? ¿Es normal que le haya dado fiebre? ¿Qué percentil tiene? ¿Qué alimentos le puedo dar a mi hijo de un año? ¿Se puede hacer algo para que duerman mejor? Estas y otras decenas de preguntas son algunas de las más comunes que se hacen padres y madres, especialmente los primerizos. Y esas dudas, claro, llegan a las consultas de pediatría. Bien lo saben Elena Blanco y Gonzalo Oñoro, pediatras de profesión y más conocidos en el mundo online como “Dos pediatras en casa”. Bajo ese nombre cuentan con un exitoso blog y varios perfiles en redes sociales. En sus publicaciones se dedican a resolver las dudas más frecuentes sobre salud infantil. Ahora dan el salto a las librerías con la publicación de su primer libro: Dos pediatras en casa: una guía sobre salud infantil para salir de dudas y no desesperar (Zenith, 2020).

Blanco y Oñoro se conocieron en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid mientras realizaban la residencia de pediatría. Juntos suman más de 20 años de experiencia como médicos especialistas en pediatría, además de ser padres de dos hijos. El libro está prologado por la doctora en Farmacia Boticaria García y el epílogo es del pediatra intensivista Alberto García-Salido, a quien entrevistamos en este medio hace unos meses.

El periplo divulgativo de ambos comenzó en octubre de 2017 cuando decidieron abrir el blog. “Lo llevábamos barruntando un tiempo. Los padres que atendíamos en las consultas nos decían que gracias a las explicaciones que dábamos los dos, de forma independiente, les habían quedado muy claras las cosas que les habíamos contado. Nos decían que ojalá se lo hubieran explicado así otras veces porque ahora lo habían entendido. Pensamos que podíamos trasladar estas explicaciones a un blog, para tener un recurso para los padres y madres que venían a las consultas. Y también dar respuesta a las dudas frecuentes que tenían nuestros familiares y amigos que tenían hijos. En vez de tener que responder a la misma pregunta que nos hacían todo el rato, remitirles a una cosa que tuviéramos escrita”, explica a cuartopoder Oñoro.

Portada del libro. / Zenith

Sus textos tuvieron muy buena acogida y tiempo después vino la editorial, que es la que los contactó. Les gustaban los temas que aportaban y el tono. “El libro no es una corta pega del blog. Obviamente trata los mismo temas, la salud infantil, pero está escrito desde cero y tiene una estructura muy diferente a lo que es blog, que es mucho más desordenado. El libro es un proyecto donde desde el principio teníamos claros los temas que queríamos contar. Todos los capítulos son iguales para que la lectura sea muy sencilla y sepan los padres lo que van a encontrar en cada uno”, explica Oñoro.

Situaciones, consejos y respuestas

El libro no trata nada de lo relacionado con la pandemia actual pero sí una enorme cantidad de temas diferentes. Se estructura en 6 partes: El bebé ya está aquí; 1,2,3, todos a comer; A dormir que ya es de noche; Fiebres, toses y mocos varios; Sospechosos habituales y Consejos Prácticos para la vida moderna. En cada una de ellas hay diferentes capítulos lo más concretos posibles y que siguen siempre la misma estructuración. Se comienza con la recreación de una conversación entre un padre y madre y su pediatra. Continúa con varias preguntas y a partir de ahí los consejos y explicaciones científicas. Cada capítulo se cierra con una serie de ideas clave a modo de recordatorio.

¿Cuál es la consulta más frecuente en pediatría? Los profesionales lo tienen claro: la fiebre. “Es normal que el padre o madre se pregunte por qué es la fiebre, qué hay detrás. Normalmente cuando los adultos tienen una enfermedad es una foto fija, los niños son más películas que hay que ver. Una vez atiendes a un niño en el primer día de la fiebre, lo que parecía que iba a ser una película de horror, al día siguiente es de otro tipo porque al niño se le ha pasado y está con un simple catarro”, explica Oñoro. Las dudas sobre alimentación y el sueño también se encontrarían en lo más alto del ránking de dudas frecuentes.

En la crianza hay algunas decisiones que se escapan a las consultas de pediatría propiamente dichas aunque ellos pueden aportar sus opiniones. Y Oñoro realiza un apunte importante en este sentido que también se ve reflejado en el libro. Como pediatras intentamos no juzgar a nadie. Ofrecemos información a los padres para que tomen la decisión más adecuada para sus hijos. Y decidimos no juzgar porque una madre decida dar biberón a su hijo desde que nace, le habremos informado de por qué creemos que es mejor la lactancia materna, pero si toma esa decisión habrá que acompañar a esa madre igual que a cualquier otra”, ejemplifica.

Los pediatras no son supermadres y superpadres

Los hijos de Blanco y Oñoro tienen 4 y 2 años. En la introducción del libro, los profesionales destacan que una de las cosas que más les repiten los padres y madres en las consultas es que ellos deben tenerlo mucho más fácil para la crianza. “Nada más lejos de la realidad”, destacan a continuación. “Nos enfrentamos a los mismos retos que cualquier persona que tiene hijos (…)aunque es cierto que afrontamos con más tranquilidad las pequeñas enfermedades de las que está llena la primera infancia”, añaden.

Les preguntamos si cambia algo su percepción de la profesión o de la propia crianza antes y después de tener descendencia.Creo que sí que hay un antes y un después en un pediatra cuando se convierte en padre. No porque se haga mejor o peor pediatría, porque eso no cambia. Tú sigues haciendo tus cosas basadas en la evidencia científica, sigues con los mismos tratamientos y los mismos consejos. Lo que pasa es que yo creo que el hecho de ser padres te facilita ponerte en el lugar de los padres cuando nos cuentan sus problemas. Porque ya a lo mejor no es solo la fiebre, sino qué hago con el niño mañana que no lo puedo llevar al colegio. O qué hago con el hermano bebé si le contagia. Hay otras cosas alrededor, no solo es la preocupación por los síntomas del niño. Yo ahora quizás sí me puedo poner más en el lugar de estos padres que consultan desesperados”, explica Blanco.

En el caso de Blanco, continúa, las vivencias con sus hijos o sus lactancias maternas le han hecho aumentar el interés por ese asunto. “Me he formado y puedo ayudar a las madres en este aspecto de una forma mucho mejor que lo que hacía antes. Y luego claro, nos hemos metido en el mundo de los carritos, biberones y demás. Muchas veces en las consultas nos preguntan cosas que yo siempre digo que no son de pediatras. ¿Qué es mejor, que me compre esta cuchara o la otra? Yo ahí sí que a veces doy mi opinión personal pero fuera de la pediatría, como estamos muy cerca, como estamos criando hijos a la vez, muchas veces surgen en la consulta esas conversaciones”, destaca. “Es curioso porque muchas veces todas esas decisiones de este carrito o esta cuna no van a tener impacto en la salud de los hijos y son preocupaciones muy frecuentes en los padres”, añade Oñoro.

Ante la duda, su pediatra

En los últimos años hay una ingente cantidad de información sobre crianza. Consejos, perfiles en redes sociales, vídeos, etc, que circulan además de grupo en grupo de Whatsapp. Dentro de toda esa información hay, claro, muchas teorías peligrosas o anticientíficas. ¿Cómo aconsejan Blanco y Oñoro a los padres y madres filtrar bien esa información?

“Hay tanta que es muy complicado. Hay muchos perfiles profesionales que nos identificamos como tal y para recibir información creo que son los más importantes a seguir y que los padres y madres deben de seguir. Pero los padres y madres deben tender a lo que diga su pediatra, que es su referente, es con quien deben contrastar esa información. A nosotros muchas veces a través de redes sociales hay gente que nos hace preguntas sobre sus hijos, consultas directamente. ¿Qué le lleva a un padre hacer una consulta médica a través de Instagram, que no es el medio y no se puede hacer de forma legal?. Estamos dedicados a la divulgación en general pero no podemos ser el sustituto de una consulta médica. Si leen una cosa y la contraria deben contrastarla con su pediatra. Todos los pediatras tenemos herramientas digitales, podemos recomendar libros, perfiles o páginas divulgativas. Ante la duda del mar de dudas hay que consultar al profesional de referencia que les va a saber orientar”, concluye Blanco.

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