Marcos Ana, la voz poética del antifranquismo, logra la unión de la izquierda en su centenario

Medio centenar de personas formaban una larga fila ayer por la tarde a lo largo de la calle Lope de Vega de Madrid esperando para entrar en el auditorio Marcelino Camacho. Dentro, se encontrarían otro millar de personas, muchos incluso sin siento, de pie, y todos para celebrar los 100 años que cumpliría Marcos Ana, el histórico poeta y luchador antifranquista, la voz de los presos políticos durante el franquismo.

“Marcos Ana quería cumplir los 100 años”, así dio comienzo el acto Eva Bernalte, de la Asociación que lleva el nombre del homenajeado.

Marcos Ana (Salamanca 1920-Madrid 2016) fue el seudónimo en la clandestinidad de Fernando Macarro Castillo (Marcos por su padre y Ana por su madre), un joven que a los 19 años fue encarcelado por el franquismo por ser leal a la II República, por ser comunista. Pasó 23 años en las cárceles franquistas, y en ellas empezó a escribir. Sus creaciones se dieron a conocer por todo el mundo gracias a autores como Rafael Alberti o Pablo Neruda. Ana luchó por la libertad tanto como preso político como cuando salió de la cárcel (tras ser condenado a muerte en dos ocasiones).

Y tras una larga lista de hazañas, hoy ha sumado una más, que el Gobierno español, mediante la voz del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, reconozca por primera vez que “la democracia española no existiría sin luchadores como Marcos Ana y sin la lucha de los comunistas españoles”.

En su intervención, Iglesias comentó que antes de acudir al acto estuvo “hojeando” las memorias de Ana y se encontró con un fragmento que él mismo había subrayado años atrás en color rojo, como tiene “la mala costumbre” de hacer cuando algo le llama la atención. En ese escrito destacado por Iglesias, el poeta pedía respeto para los comunistas españoles frente a la “enfermedad del anticomunismo”.

"El anticomunismo y todo lo que se hace en hombre de él sirvió y sirve para justificar golpes de Estado, dictaduras y la represión de los demócratas. Es el gran comodín de las fuerzas reaccionarias", parafraseó Iglesias, y a continuación añadió: "Impresiona la actualidad de sus palabras".

El líder de Podemos concluyó su significativa intervención asegurando que “defender la memoria democrática no es defender el recuerdo, sino las bases para construir el futuro” y, tras ello, se dispuso a recitar uno de los poemas de Ana más repetidos durante el encuentro, Decidme cómo es un árbol, que habla “de la democracia encarcelada”.

“Los gobernantes, cuando recitan poemas, gobiernan mejor”, zanjó el vicepresidente segundo del Gobierno antes de disponerse a leer el poema del homenajeado.

No fue el único representante del Gobierno que acudió e intervino en este acto, ya que también estuvo el ministro de Consumo, Alberto Garzón, que destacó “el hito” de que tanto Iglesias como él estuvieran “en representación del Gobierno” en aquel acto.

De Ana destacó su “abundancia en los valores necesarios para reforzar la democracia”, y más con la “sombría amenaza de la extrema derecha que pone en cuestión a la clase obrera”.

“Marcos Ana es parte del hilo rojo de la historia de este país, de una trayectoria que va más atrás de él y más adelante de él”, subrayó el líder de IU, que agradeció a aquellos, como el autor, que “trajeron esta democracia” que aunque tiene “sus deficiencias” sin esa lucha sería “mucho más débil”. En este sentido, recordó el “enorme sacrificio” que va más allá de los más de 20 años en los que estuvo el poeta en la cárcel, también “todo lo que significaba luchar contra la dictadura”.

“Es fundamental que las generaciones que vienen sepan que lo que tenemos hoy no es algo que haya caído del cielo, sino el resultado de una lucha concreta que tuvo enormes sacrificios”, indicó el ministro.

Tanto Iglesias como Garzón recordaron que unos días antes de fallecer, Marcos Ana les hizo llegar uno de sus libros firmados, y ambos lamentaron que el poeta al que hoy han hecho homenaje no haya podido ver que “esas dos personas” a las que les regaló su libro ahora representan el Gobierno de España.

Los organizadores del acto han sido la Asociación Marcos Ana, el PCE, la Fundación Ateneo 1 de Mayo y CCOO de Madrid, y además del presidente de la Asociación del poeta, Willy Mayer, también han asistido el secretario general del PCE, Enrique Santiago; los secretarios generales de CCOO y CCOO de Madrid, Unai Sordo y Jaime Cedrún; el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, o los representantes de UGT, Sebastián Pacheco y Luis Miguel López, además de otros dirigentes y diputados.

Todos ellos han intervenido en el acto, en el que además de con un recital de poemas del autor, también ha contado con música de la mano de Luis Pastor y Lourdes Guerra, Rozalén, Poncho K, Pilar Gual, José Antonio Rodríguez y Fernando Escariz, Yeska, Helena Bianco, o Salvador Amor.

El secretario general del PCE ha agradecido a Ana su lucha por la libertad y el socialismo: “Gracias por tu vida, celebramos tu cumpleaños de aquí a la eternidad. Eres un afortunado por esta impresionante fiesta”, ha enfatizado dirigiéndose al fallecido entre aplausos del público.

Ha recordado Santiago algunas anécdotas del autor, como que “nunca fue capaz de odiar a sus carceleros”, o que siempre “era muy joven” porque cuando se le preguntaba por la edad que tenía “restaba los 23 años que había pasado en la cárcel”.

Asimismo, y coincidiendo con la mayoría de interventores, ha asegurado que está seguro que como Ana defendió el Frente Popular, “hoy defendería la unidad popular” que representa Unidas Podemos.

Por su parte, el secretario general de CCOO de Madrid, Jaime Cedrún, tras agradecer a los dirigentes su presencia, recordó que Ana fue militante de CCOO, un “preso político, luchador e internacionalista” pero, sobre todo, “una buena persona”. 

El delegado del Gobierno, Fernando Martínez, reconoció su “compromiso con los valores de la II República”, con la “libertad” y con el anhelo de una España mejor, que “pudo ser y no fue” por el golpe de Estado fascista de 1936 y la “larga dictadura que hubo después”.

“A pesar de lo vivido, Marcos Ana tenía un enorme corazón, lleno de amor por la vida y por las personas, y yo estoy convencido de que se sentiría plenamente feliz con el gobierno que tenemos en este momento”, concluyó Martínez.

En definitiva, todo fueron reconocimientos, palabras, música, y gestos emotivos hacia el poeta, en un acto que congregó a políticos, sindicalistas, literatos, músicos, artistas y a miles de personas, todos para celebrar el que sería el cumpleaños número 100 de Marcos Ana., aquel al que el autor le hubiese gustado asistir. Un acto que culminó con el mismo simbolismo con el que se desarrolló: con todos los asistentes cantando La Internacional.