ENTREVISTA

Pepe Viyuela: “Me han llegado a llamar rojo de mierda”

  • Entrevista al actor por su papel en 'Esperando a Godot', de Samuel Beckett

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En el teatro español hay hambre y hay miedo. Hambre por la tremenda precariedad laboral del gremio y miedo a posicionarte políticamente. Muchos trabajadores del teatro dependen de contratos públicos. Pero Pepe Viyuela no tiene ese problema, siempre se ha posicionado y hasta ha respaldado las opciones políticas que le han parecido dignas de apoyo.

Viyuela recibe a cuartopoder en su camerino en el Teatro Bellas Artes, antes de salir al escenario para interpretar a Estragón en Esperando a Godot, de Samuel Beckett. Su personaje espera a un tipo que nunca llega, igual que un gobierno de verdadera izquierda en España. De nuestro país y de esta obra charlamos con el tipo que se hizo famoso en televisión con su célebre “¡Joooooeeeee!” y aquella silla plegable que se le resistía. Pero Viyuela, que también se metió en la piel de Filemón y llegó a aparecer en 207 capítulos de la serie Aída, es más que un conocido de la tele. Es novelista, poeta y actor en obras de George Bernard Shaw, Antonio Buero Vallejo y Plauto.

- Antes que nada, gracias por el vídeo que grabaste apoyando la campaña de crowdfunding de cuartopoder.

- Es que está todo tan comprado... Medios como el vuestro son muy necesarios. No te puedes fiar de nadie, yo ya he dejado confiar en la prensa más fuerte.

- Ya no lees, como en los 90, diarios como El País o El Mundo.

- No, no, qué va. Esta todo condicionado por los poderes fácticos y económicos. Vosotros, por esa precariedad, sois más libres. Gracias por existir.

- Se lo transmitiré a mis compañeros. Vamos con la obra. ¿Por qué precisamente ahora teatro del absurdo?

"Es un texto magnífico que no está caduco y tiene una vigencia absoluta"

- La primera razón es el empeño del director, Antonio Simón, ocupado durante años en levantarla. Por fin la compañía Pentación lo ha propiciado. La razón de volver a Esperando a Godot es que es un texto magnífico que no está caduco y tiene una vigencia absoluta, una vigencia que se modifica con el paso del tiempo. A Antonio le interesaba revisitar la obra desde un lugar más esperanzador. Habitualmente se representa de forma más oscura, se ve como una gran tragedia. Y lo es, pero le hemos dado más luz, más esperanza.

- La obra no es fácil, es valiente estrenarla hoy. El teatro del absurdo es duro, no es cómodo.

- No es comercial, pero se está vendiendo bien. Porque es un clásico muy representado.

- Te pasas media obra descalzo, caminando entre las vías de un tren... ¿Es un trabajo de cierta incomodidad física?

- No es una escenografía cómoda, pero este espacio te ayuda, cuentan cosas y te ayuda como actor.

- En un momento de la obra hay un guiño a tu pasado, a ese personaje que no sabe abrir una silla, a tu parte de mimo.

- Hay guiños, sí, el de la silla es uno y buscado por el director. Lo de la silla está en el subconsciente colectivo, pero no es un guiño gratuito. La función juega a lo metateatral todo el rato. En un momento decimos: “¡Es cierto, estamos en un escenario!”. Y señalamos al público.

- ¿Qué tal con tus compañeros? Juan Díaz casi no habla en toda la obra pero cuando lo hace se lleva el gran aplauso de la representación.

- Sí, su monologo lo esperan los aficionados al teatro y Juan lo hace muy bien.

- Fernando Arbizu también está fabuloso.

- Es que tengo que romper una lanza por este reparto. Es un acierto de Antonio y ha creado equipo con una gira muy larga por delante.

Viiyuela en el escenario en la obra 'Esperando a Godot''./ Pentación
Viiyuela en el escenario en la obra 'Esperando a Godot''./ Pentación

- Todo un privilegio para estos tiempos. ¿Cómo está la salud del teatro?

- Mal, lo de esta obra es una anomalía. 5 semanas en Madrid y todo el año que viene de gira, con 50 funciones y esperanzas de más. Pero la profesión está muy mal.

- Hace poco El País publicó un reportaje sobre la terrible precariedad de los actores en España. Lo peor de aquel texto es leer los comentarios de los lectores, insultando a los actores. ¿De dónde sale todo ese odio?

- Históricamente los cómicos estamos consideramos algo aparte, gente de mala vida. En España esto se recrudeció tras el “No a la guerra”. Ha habido una persecución sobre todo desde gobiernos del PP.

- ¿Una persecución en qué sentido?

- Te dicen que no puedes opinar, que te metas en tus asuntos. Mira el tratamiento de Hacienda. Las sociedades limitadas estaban permitidas y de repente no.

- ¿Crees que en España hay listas negras? Se comentó en el caso de Willy Toledo.

- Yo no las he sufrido, no me han vetado, he seguido trabajando. Me han llegado a llamar rojo de mierda, un señor que me estaba esperando en la puerta de un restaurante. Fue muy desagradable. También por la calle Mayor me gritaron comunista de mierda. Y lo hacen solo por expresar tus opiniones. Siempre hay algún idiota, pero no hay que esconderse.

- Desde luego no te has escondido en el caso de Podemos y has apoyado a Errejón. ¿Cómo has vivido su enfrentamiento y ruptura final con Iglesias?

"(Iglesias y Errejón) no han sabido convivir con la diferencia"

- Me ha hecho polvo, ha sido un error por parte de ambos llegar a esa situación. No han sabido convivir con la diferencia.

- ¿Crees que los dos son culpables?

- No lo he vivido de cerca, solo como espectador. Conozco a los dos, pero no tengo una confianza tan grande como para saber qué ha pasado. Pero me dio mucha pena, había tanta esperanza... no supieron convivir con la diferencia. Es la lacra de la izquierda, mira las derechas cómo pactan.

- ¿Cómo ves el futuro del país? ¿Ves gobierno?

- Me gustaría que hubiera investidura.

- Hablemos un poco de tu carrera. Todo empieza con una representación de La odisea en tu cole y una profesora de literatura que te ayuda y anima. ¿Cuantos años tenías?

- 14, 15 años, en BUP. Cuando uno empieza a tomar decisiones.

- ¿Y cómo es ese momento en tu vida de tener un buen trabajo fijo, un horario, un sueldo... y dejarlo todo?

- Me hizo ilusión tener un trabajo, pero pasa el tiempo y ves que no es eso lo que quieres para toda tu vida. Vi la posibilidad de dar el salto porque me ofrecieron un contrato que no estaba mal en la tele, en el programa ¿Pero... esto qué es?, de Hugo Stuven. Venía de hacer Cajón desastre.

- ¿Como llegas a TVE? ¿Con representante?

- No, me vieron en la sala Triangulo, que que ahora es el Teatro del Barrio.

- En tele has hecho mucha comedia, pero en cine solo en Tierra, de Julio Medem. ¿No te llaman para dramas?

- Del cine no me llaman para dramas, pero no pasa nada. Me encuentro bien en el teatro. No he tenido tribu en el cine.

- Anima a los lectores de cuartopoder a que vayan a verte en Esperando a Godot.

- Hay que ver la obra porque si no conoces el texto hay que conocerlo. Y por el enriquecimiento intelectual de cada uno. Y porque este nuevo Esperando a Godot de Antonio Simón es una visión distinta de la obra.

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