La censura musical en el siglo XXI: de Soziedad Alkoholika a Luis Pastor o C. Tangana

  • Las dos últimas décadas nos han dejado casos significativos de censura, suspensiones, vetos, juicios a músicos y presiones de todo tipo
  • Los raperos Valtony, Pablo Hassel y La Insurgencia han sido condenados a prisión
  • Varios grupos sufren cancelaciones de conciertos pese a no haber sido ni siquiera juzgados por sus letras

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Atrás quedaron los censores franquistas, que metieron tijera en todos los ámbitos culturales y políticos de este país. Cantautores prohibidos, películas prohibidas, libros prohibidos…Atrás quedó la Transición que oficialmente derogó esas leyes. Atrás quedaron los primeros años de democracia, donde a algunos todavía les costaba eso de vivir en un país con libertad de expresión, más si esas opiniones llegaban a la televisión. Hace ya 19 años entramos en el siglo XXI. ¿Significa que la censura ha acabado? ¿Hay plena libertad de expresión?

En los últimos días hemos conocido varios casos sonados de censura musical. En Madrid, los conciertos de Def Con Dos, Luis Pastor y Pedro Pastor han sido cancelados por el nuevo Ayuntamiento de PP y Cs. En Bilbao, justo ayer se anunciaba la suspensión de C. Tangana. No son los únicos. Las dos últimas décadas nos han dejado numerosos casos significativos de suspensiones o vetos para realizar conciertos, juicios a músicos y presiones de todo tipo.

¿Apología del terrorismo?

Uno de los ejemplos más paradigmáticos en este asunto es la banda de punk-rock-metal Soziedad Alkoholika. Los vitorianos, con más de tres décadas de carrera musical, comenzaron el siglo XXI con una denuncia de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) por el contenido de sus letras. En 2002 se les cancelaron varios conciertos por presiones de esta organización. Dos años después, la AVT presentó formalmente ante los juzgados la denuncia por enaltecimiento del terrorismo basada en dos canciones: Explota Zerdo y Síndrome del Norte. El Corte Inglés llegó a retirar sus discos de las tiendas.

La causa fue archivada y reabierta varias veces durante los dos años siguientes. Finalmente, en 2006 fueron absueltos del delito que se les acusaba. En todo ese tránsito, la banda tuvo serios problemas para poder tocar en directo en diferentes puntos del Estado. Llamativo fue el caso del festival Viña Rock en 2006, meses antes de la absolución. La gran mayoría de patrocinadores (Coca-Cola, Ron Barceló, Jack Daniels, Cutty Sark, Caja Castilla-La Mancha y el periódico La Verdad) se retiraron del evento por contar con S.A. El festival siguió adelante y los vitorianos ofrecieron el concierto más multitudinario y enérgico del fin de semana.

Como anécdota, el periodista Luis del Olmo, que criticó duramente tanto a la banda como a los seguidores de la misma, pidió perdón en uno de los momentos de archivo de la causa. El caso de S.A fue especialmente significativo por los apoyos recibidos en su momento. El grupo Boikot lideró en 2004 una canción coral con muchos artistas invitados titulada “Stop Censura” y que se convirtió en un himno de la época. S.A, por su parte, había compuesto en 2003 el tema “Piedra contra tijera”.

No obstante, a pesar de la absolución, los problemas de S.A no se quedaron ahí. Tanto en 2008 en Leganés, como en 2013 en Madrid, les fueron impedidas sus actuaciones. Incluso nueve años después de la absolución, en 2015, tanto la Delegación del Gobierno en Madrid, liderada por Cristina Cifuentes, como el Ayuntamiento, con Ana Botella a la cabeza, impidieron la celebración de un concierto suyo en Vistalegre. La versión oficial fueron informes policiales que alertaban de posibles alteraciones del orden público.

Otro artista que sabe perfectamente lo que supone la censura es Fermín Muguruza. El músico vasco, quien fuera integrante de Negu Gorriak y Kortatu en los 80 y 90, sufre las consecuencias de unas denuncias de la AVT por las que nunca ha sido condenado. Es más, nunca llegaron a juzgado alguno. También, por supuesta apología al terrorismo. Eso no ha sido motivo para que diferentes gobiernos del PP hayan prohibido actuar a Muguruza durante años en innumerables ocasiones. Un caso sonado ocurrió en 2004 cuando Rivas VaciaMadrid acogió a Muguruza, previamente vetado en la capital. La Comunidad de Madrid amenazó con multar al ayuntamiento ripense pero ésta nunca se ejecutó. Incluso Manu Chao tuvo que cancelar dos conciertos junto a él, en Málaga y Murcia, durante 2003.

Muguruza, por cierto, sí ganó un juicio al teniente coronel de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo por presuntos danos al honor. Fue por una canción de Negu Gorriak, “Ustelkeria”. En el año 2000 la banda fue absuelta. El artista vasco ha vuelto a ser “recordado” por la derecha recientemente. Con motivo de una entrevista en TVE en octubre de 2018, el PP criticó duramente a la corporación pública. La entrevista se emitió.

Otro grupo en el punto de mira de la AVT y el PP es Los Chikos del Maíz. Los raperos valencianos tampoco han sido juzgados pero tras un concierto en Sevilla en 2010 fueron denunciados. La causa fue archivada. En la capital hispalense y en otras ciudades como Burgos han estado vetados durante años. Situación parecida ha vivido la banda de punk Lendakaris Muertos. La AVT presionó durante años y amenazó con denuncias judiciales que tampoco prosperaron. En este caso, Lendakaris se caracteriza por ser un grupo tremendamente irónico y que juega con los dobles sentidos.

Y la misma dinámica se repitió con otros rockeros vascos, Su Ta Gar. Las presiones, sin causa judicial mediante, lograron parar varios conciertos. El grupo Berri Txarrak también ha sido protagonista de este tipo de prácticas. En 2004, tras una campaña de varios medios de comunicación, tras las denuncias de AVT, no pudieron tocar en Madrid. En 2015 el PP pidió, sin éxito, que el Ayuntamiento de Zaragoza no les dejara actuar. Y los italianos Banda Bassotti también se han visto en la obligación de dar explicaciones antes las presiones.

El cantante de Def Con Dos, César Strawberry. / Efe

Un caso diferente es el de Def Con Dos, recientemente prohibidos en Madrid. En esta ocasión el juicio no ha sido por las letras del grupo sino por varios tuits de su cantante César Strawberry. El líder de la banda fue condenado en 2017 por el Tribunal Supremo a un año de cárcel por enaltecimiento del terrorismo. La banda ha seguido tocando y sacando material desde entonces, con Strawberry en libertad mientras busca resolver su situación ante la justicia europea. No obstante, el veterano grupo de rap metal había tenido en el pasado algunos problemas por el contenido explícito de sus canciones. En Toledo, por presiones del Arzobispado, no pudieron tocar en Toledo en 2015.

Otro caso llamativo fue el de la multa impuesta al grupo Ardor de Estómago. En 2012, cada integrante de la banda fue condenado a pagar 900 euros por “injuriar al Rey” en una de sus canciones.

Raperos condenados a prisión

Más dificultades judiciales han tenido en los últimos años tres artistas. Los tres hacen hip-hop. Pablo Hassel fue condenado en 2018 a dos años y un día de prisión por la Audiencia Nacional. Su delito, enaltecimiento del terrorismo por varios tuits y una canción.  Posteriormente su condena fue rebajada a 9 meses y no ha entrado en la cárcel. Previamente ya fue condenado en 2014 por el mismo delito.

Más enrevesado es el caso de Valtonyc. El Tribunal Supremo le condenó a principios de 2018 a tres años y medio de prisión por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y amenazas a Jorge Campos, presidente de la asociación Círculo Balear. En este caso la condena se basa íntegramente en el contenido de sus canciones. En total, 22 temas. En mayo de 2018 el rapero mallorquín huyó a Bélgica para evitar su entrada en prisión. En la actualidad, la justicia belga no ha aprobado todavía su extradición.

Por último, el grupo La Insurgencia también fue condenado en 2018 por enaltecimiento del terrorismo. La Audiencia Nacional les rebajó la pena a 6 meses por considerar que las bandas enaltecidad, en este caso el GRAPO, estaban inactivas.

Sus casos han ocasionado numerosos apoyos en la escena musical. Un ejemplo claro es el vídeo “Los Borbones son unos ladrones”, realizado por varios artistas el pasado año. En la canción se rapean algunos de los versos objetos de condena.

Cancelaciones de conciertos

El panorama en cuanto a cancelaciones de conciertos en los últimos años es de cierta relevancia. Al menos hay un puñado de casos significativos que se han conocido. Pero pueden ser más ya que muchos artistas lo que denuncian son los vetos previos. Es decir, la imposibilidad de organizar conciertos en determinados lugares.

Entre los casos más llamativos y mediáticos destaca el de Albert Pla. El inclasificable artista catalán fue cancelado en Gijón en 2013. ¿El motivo? Unas declaraciones en las que afirmaba que le daba “asco ser español”. El propio Pla declaró entonces “estar acostumbrado a la censura” por otras situaciones vividas.

También en 2013 se cancelaron un par de festivales en la Comunidad de Madrid. A saber, el Irreductibles Fest, que contaba en el cartel con Los Chikos del Maíz, Boikot, Non Servium, Habeas Corpus y H Kanino; el Planet Babylon, en Alcalá de Henares, principalmente por el veto a Muguruza. El año anterior, el Ayuntamiento del PP suspendió un festival en la localidad de Casarrubuelos que contaba con Reincidentes, Boikot, Porretas y Yeska. Ese mismo año, los citados H Kanino también denunciaron veto para tocar en Madrid. Cancelaron su concierto por “presión policial”.

Un caso llamativo que salió a la luz también en 2013 fue el corte de luz, en pleno directo, del concierto de Emi Rap en Leganés. La artista criticó el pregón del alcalde, Jesús Gómez (PP) y hasta ahí llegó su actuación. La secuencia completa se puede ver en vídeo.

Este mismo año, sin ser calificados como censura de forma explícita, se han producido cambios en las programaciones tras las elecciones municipales. Los cambios de Gobierno han generado que en Oviedo, por ejemplo, dejaran de actuar Rayden o Rozalén. Ambos artistas se han hecho eco de la situación. En sustitución de los mismos, Marta Sánchez y Carlos Baute. Situación similar ha denunciado el rapero Shotta, quien tenía previsto actuar en Priego (Córdoba).

Letras contra las fuerzas de seguridad

Varios artistas se han vuelto implicados en problemas con las fuerzas de seguridad del Estado en los últimos tiempos. Tres son los más llamativos. En primer lugar, los raperos Ayax y Prok. Fueron investigados penalmente por supuestas injurias e incitación al odio a la policía debido a una canción. Su causa, abierta en 2016, fue archivada dos años después.

Por otro lado, una denuncia de la Asociación profesional Justicia Guardia Civil (JUCIL) ante Josetxu Piperrak provocó que la discográfica retirara una canción del disco por “ofensiva”. El tema, por cierto, se puede seguir escuchando en las plataformas digitales. Más anecdótico parece que fue el caso de Evaristo Páramos, icono punk y cantante de La Polla Records y Gatillazo. Al término de una actuación en un festival en Jerez, Primavera Trompetera, la Guardia Civil lo retuvo para tomarle filiación y denunciarle por insultos a la policía. Desconocemos si le ha llegado multa.

Vetos en televisión

En los años 80 se hizo famosa la censura a Las Vulpess por su tema “Me gusta ser una zorra en TVE”. Más inadvertido pasó la polémica con Las Niñas. En 2003, TVE censuró en la gala musical de verano, grabada en Benidorm, su canción “Ojú”. Este tema criticaba la política de Bush, hablaba de las movilizaciones contra la guerra de Irak y el caso Gescartera. El tema también fue censurado en el programa Música sí.

Hay que destacar también denuncias que realizaron en su momento grupos como los valencianos Obrint Pass. Antes del cierre de Canal 9 criticaron abiertamente los vetos sufridos a la música en valenciano por parte de la televisión pública autonómica.

Ofensas religiosas

Terminamos este repaso con dos anécdotas que si bien no afectan a canciones propiamente dichas, sí lo hacen a artistas musicales. Narco, una banda sevillana de rap metal, tuvo que declarar ante la Guardia Civil en 2002 por incluir un videojuego titulado “Matanza cofrade” en su trabajo musical “Registro de penados y rebeldes”. El juego fue secuestrado por orden judicial, retirado de los cds y su autor detenido. La Hermandad del Gran Poder alertó a las autoridades por “ofensas contra la Semana Santa”.

Más conocido fue el caso del juicio a Javier Krahe por su vídeo de “cómo cocinar un Cristo”. El cantautor fue denunciado por El Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro. Esta organización consideraba que el clip era constitutivo de un delito contra los sentimientos religiosos. Krahe tuvo más suerte que los Narco y fue absuelto en 2012.

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