‘Apolo 11’: el documental que ha tardado medio siglo en estrenarse

  • El estreno de este espectacular documental coincide con el 50 aniversario de la legendaria misión Apolo 11
  • Por primera vez podemos ver a los controladores de vuelo hablando desde el Control de Misión. Y tanto la imagen y el sonido son de una pasmosa nitidez

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La llegada de los norteamericanos a la luna es un acontecimiento histórico que fue narrado a los españoles por Jesús Hermida a su afectada manera. Tras años de intentos fallidos por llegar a la superficie lunar, el 16 de julio de 1969 la misión Apolo 11 despegó rumbo a la luna. Cuatro días después el módulo lunar Eagle tocó la superficie del satélite y llegó aquel famoso “pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”. Aquel julio de 1969 también se estrenó la película Easy Rider, profundamente crítica con los Estado Unidos, y Richard Nixon visitó Vietnam del Sur para encontrarse con el presidente Nguyen Van Thieu.

El estreno de este espectacular documental, que debe verse en una pantalla de cine para vivir una experiencia única, coincide con el 50 aniversario de la legendaria misión Apolo 11, que despegó un 16 de julio de 1969 y alunizó cuatro días mas tarde haciendo pasar a Neil Armstrong y a Buzz Aldrin a la historia.

Hasta hoy hemos visto la luna y su conquista sobre todo a través de la ficción, desde Viaje a la Luna hasta la reciente First Man y pasando por Moon, Apollo 18, Operación Luna, Apolo 13 o la maravillosa e insuperable 2001: Una odisea del espacio. Pero esta vez no hay nada de ficción y todo lo que vemos en pantalla es tan real que parece que lo tocas con tus propias manos, que estás ahí, en Cabo Cañaveral.

En el siglo XX el hombre logro grandes hazañas científicas y una de ellas fue salir de nuestro planeta para pisar la luna. El documental Apolo 11 es para el espectador como un viaje en el tiempo, como si una cápsula lo llevase directamente a esas horas cruciales. Porque este no es un documental con declaraciones de los testigos y supervivientes de la hazaña, sino una inmersión a la propia hazaña con un material documental inédito que te pone los pelos de punta.

'Apolo 11'./ A Contracorriente Films

El origen del documental Apolo 11 son unos nuevos rollos de película que se descubrieron en los Archivos Nacionales, material de gran valor cuando se estaba llegando al 50 aniversario de la llegada a la luna. La NASA había dejado todo este valiosísimo metraje en un almacén y luego fue transferido a los Archivos Nacionales, donde se olvidó.

Aunque en los setenta parte de este material se usó para alguna pieza informativa y documental, lo que vemos esta vez es inédito y con una calidad que le deja a uno con la boca abierta. Y en momentos puntuales llega a hasta emocionar. Porque lo que experimentas es el puro hiperrealismo. Al visionar Apolo 11 da la sensación de que has viajado en una cápsula del tiempo y tienes el privilegio de ver cara a cara a la gente de aquel 1969. Sus miradas, voces, penados, vestimentas, cigarros, coches, máquinas... Todo parece rodado por un equipo de cine actual. Y eso impresiona.

La cinta se presentó en la pasada edición del Festival de Sundance, en el que logró el U.S. Documentary Special Jury Award for Editing. Además ha recaudando más de 9 millones de dólares en Estados Unidos, una cifra muy loca para un documental. La crítica también ha sido muy entusiasta con ella. The Guardian ha dicho que es “una de las películas sobre el espacio más asombrosas jamás realizadas”, Rolling Stone “una obra maestra”, para New York Post “ha elevado su género” y según Indiewire es “absolutamente asombrosa”.

Apolo 11, dirigida, montada y producida por Todd Douglas Miller, ganador de un Emmy gracia a Dinosaur 13, cuenta con un alucinante material exclusivo en 70 mm facilitado por la NASA y filmado hasta en 8K. Todo el privilegiado material que expone ha sido restaurado y escaneado por expertos y en una resolución verdaderamente alucinante. Además cuenta con metraje nuevo que no se conocía, jamás visto hasta la fecha. Muchas de sus espectaculares escenas han sido ampliadas a widescreen y las van a poder ver por primera vez en una altísima definición que logra una sensación mucho más visceral, próxima a estar allí hace medio siglo.

Otra las virtudes y novedades de Apolo 11 es que por primera vez podemos ver a los controladores de vuelo hablando desde el Control de Misión. Y tanto la imagen y el sonido son de una pasmosa nitidez.

'Apolo 11'./ A Contracorriente Films
'Apolo 11'./ A Contracorriente Films

LO MEJOR:

La colección de imágenes impactantes es larga. Por ejemplo, las imágenes aéreas de cientos de miles de americano observando el lanzamiento desde aparcamientos y playas de Florida. O la enormidad de los hangares y la nave, cada detalle de los trajes y accesorios, las miradas de los astronautas antes de despegar, los alucinantes travellings por la sala de control, la histórica y emocionante cuenta atrás, la deflagración de los reactores, las escenas en el mar con el barco de rescate...

También la banda sonora de Matt Morton es eficiente y muy importante para aportar al documental, todo él creado con imágenes de archivo y reales, la necesaria dosis de épica y emoción.

'Apolo 11'./ A Contracorriente Films

LO PEOR:

En cierto momento la película se torna en una americanada. Durante casi todo su metraje habla de una proeza del hombre, pero al final acaba en proeza norteamericana incluso con una llamada a los astronautas por parte de Nixon, que habla, con toda su famosa jeta, de sus ansias de paz en el mundo. Sí, el mismo que estaba arrasando Vietnam.

Conviene recordar también, y casi ni se intuye en el trabajo de Miller, que la llegada a la luna no fue el noble remate a una vieja ambición del hombre. Los americanos no fueron al satélite porque estaban interesados en la luna de forma científica, sino porque estaban en Guerra Fría contra la URSS.

Tampoco ayuda mucho a las teorías de los conspiranoicos que durante todo el documental estemos viendo fabulosas y nítidas imágenes en 70 milímetros (muchas de ellas en movimiento y respaldadas por los más avanzados equipos técnicos) y justo cuando Armstrong y a Buzz Aldrin llegan a la luna lo que vemos solo es una sucesión de fotografías. Iker Jiménez tiene con esto para por lo menos tres programas.

Sea como fuere, si les interesa esta pagina de la historia vean esta joya en una gran sala de cine. Viajarán con ella al espacio y quizás hasta se les pasa por la cabeza, como me pasó a mí, que detrás de esta gran proeza en el fondo se esconde nuestra indiscutible y absurda pequeñez.

1 Comment
  1. mohai says

    Curioso que el hayazgo de esas filmaciones casi haya coincidido con el 50 aniversario de la llegada a La Luna.
    Curioso también que se filmara en su momento en 70 mm, siendo entonces y ahora un formato caro y raro, destinado sólo para el cine e incompatible con muchas salas de proyección.
    Si ese material fué rodado en su momento, no lo fué sólamente para registro del evento. Lo fué para ser lo que es ahora: un documental para cines.
    No querría alimentar teorías conspiranoicas, que para eso ya se valen «ellos» solitos, pero veo demasiadas casualidades y me hacen dudar: ¿Es verdad que las películas se han encontrado ahora? ¿Porqué se han restaurado a 8K? ¿De verdad se puede sacar esa resolución del celuloide original?
    ¿Porqué no nos enseñan qué pasó desde que aterrizaron hasta que salieron del módulo e hicieron el teatrillo que siempre nos han restregado por las narices?

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