Montesinos: “En ‘El crimen de Cuenca’ se veía por primera vez a la Guardia Civil torturando y eso no podían soportarlo”
- Ahora llega a los cines Regresa El Cepa, buen documental que recuerda aquel atropello contra la libertad creativa y de expresión
El crimen de Cuenca narra un espantoso suceso de 1913, cuando dos vecinos de Osa de La Vega fueron detenidos como autores de la muerte de José María Grimaldos López, alias El Cepa, y torturados de forma salvaje por la Guardia Civil. La historia llegó a interesar a Jason Miller (el padre Karras de El exorcista) y rodando El perro animó al guionista Juan Antonio Porto a llevar la historia a la pantalla. Después el productor Alfredo Matas se interesó por aquel guión, que lo veía como El expreso de medianoche pero a la española y contrató a Pilar Miró para rodarla. Pero el régimen se vio reflejado en ella y ante la cobardía de Adolfo Suárez y de su ministro de Cultura la película fue secuestrada y Miró procesada.
Ahora llega a los cines Regresa El Cepa, buen documental que recuerda aquel atropello contra la libertad creativa y de expresión. Su conductor es el que dio vida a El Cepa, Guillermo Montesinos, actor desde los ocho años y que ha trabajado a las órdenes de Berlanga, Almodóvar, Uribe, Trueba, Cuerda, Aranda.... Montesinos es uno de nuestros más queridos y prolijos actores secundarios.
— El crimen de Cuenca se estrenó en el Festival de Berlín. ¿Cómo lo viviste?
— Me llevaron a Berlín junto a José Manuel Cervino, Pilar Miró y Alfredo matas. La proyección fue de ponerte la carne de gallina. Y allí Cervino y yo nos enteramos del secuestro de la película por los militares. Los dos teníamos posibilidades de llevarnos un premio de interpretación pero no nos dieron nada, nos quedamos chafados.
— Ganaron ex aequo Heartland y Palermo o Golfsburg, hoy olvidadas. ¿Crees que hubo presión para que la película no se premiase en Berlín?
— Yo creo que sí. Imagina que te dan un premio en uno de los festivales más importantes del mundo y al mismo tiempo se informa de que las autoridades militares españolas han secuestrado tu película.
— ¿Como llevabas que la película no se estrenase? Tu trabajo no se podía ver.
— Imagina la frustración, mes tras mes, hasta cerca de dos años. Me jodía muchísimo. Viendo este documental he sentido un miedo retrospectivo. He visto ahora el peligro de aquella España. Franco había muerto hacía solo cuatro años, se acaba de firmar la Constitución, había ruido de sables, al poco tiempo llegó el golpe de Estado...
— En el documental José Bono dice que secuestran la película porque la estructura franquista estaba intacta.
— Sí, es cierto. Los documentos que se enseñan en el documental todavía tenían el membrete del aguilucho. Los militares hacían todavía lo que les daba la gana.
— ¿Cómo construyes a El Cepa?
— Pilar era de las directoras de cine que van al teatro y me vio en una obra llamada Bodas que fueron famosas del Pingajo y la Fandanga, en el Bellas Artes. Me habló del personaje y me dio muchísima documentación de todo lo ocurrido. Me pidió ver El árbol de los zuecos, de Ermanno Olmi. Yo ya la conocía, la estaban proyectando en los cines Alphaville. Quería ese aire para la película. Luego rodando en Cuenca una viejecitas me dijeron: “Oiga, anda usted igualito que El Cepa de verdad”. ¡Lo habían conocido de niñas!
— La directora de producción, Marisol Carnicero, cuenta que te aplaudieron en el rodaje y eso es algo excepcional porque en los rodajes no se aplaude casi nunca.
— Claro, no se aplaude, pero fue tan... Mira, me emociono al recordarlo. (Hace una pausa) El pueblo se puso a aplaudir...
— ¿Cómo ha sido el reencuentro con el pueblo?
— El director del documental, Víctor Matellano, es el que tiene todo el mérito de lograr ese reencuentro. Primero nos lo planteamos en plan turístico, volver al lugar. Pero luego fue pergeñando el documental. Llegar allí supuso una gran emoción.
— Regresa El Cepa es muy oportuna porque estamos inmersos, desde hace años, en el cuestionamiento de la Transición, sus trampas, sus fallos...
— Cojones, había que estar en el momento... Ya te digo que yo no era consciente y he sentido miedo ahora, al ver el documental. Nos la estábamos jugando.
— El guionista Juan Antonio Porto y Pilar Miró estaban en la lista negra de los golpistas, los querían fusilar. ¿Tuviste miedo el 23 F?
— No, estábamos luchando por la democracia. Nos jodía que no se viese la peli por el secuestro, pero miedo ninguno. El miedo me ha venido ahora. Hostia, es que no es Porto y Pilar, ¡que íbamos detrás todos! Todos estábamos en organizaciones de izquierda.
— ¿Por qué procesan a Pilar Miró y no al productor o a los guionistas?
— Alfredo Matas lo dijo en el juicio: yo soy el productor y responsable de la película, soy el dueño y le he encargado rodar la película a esta señorita. Y se negaron a juzgarle, iban a por Pilar por ser mujer y por ser de izquierdas. En El crimen de Cuenca se veía por primera vez a la Guardia Civil torturando y eso no podían soportarlo.
— También es mala suerte que coincida el estreno con las denuncias de Juan María Bandrés (Euskadiko Ezkerra) de torturas en el País Vasco. Suárez no quería ni ver la película.
— El poder dijo que si ETA seguía matando El crimen de Cuenca no se estrenaba. Y te decías: ¿Y ETA cuándo va a parar?
— Trabajaste también en La fuga de Segovia, sobre la famosa fuga de etarras.
— Sí, en el rodaje conocí a gente que había participado en la fuga, los polimilis que dejaron la lucha armada. Fue una gran experiencia.
— ¿Por qué hoy no se hace cine político en España?
— No sé, no soy productor (risas). Piensan que ese cine no interesa, que es un coñazo.
— El documental se cierra con preguntas muy pertinentes: ¿Hoy se podría hacer esta película? ¿Hay autocensura? ¿Hay verdadera libertad de expresión?
— Ahora son muy sibilinos censurando. No es como con Franco, es peor. Hemos avanzado en muchas cosas, pero en otras somos pazguatos, proyanquis y solo se busca entretener o aborregar. Y se censura de otra manera, hay listas negras. Si no te apuntas a determinada empresa no te dan trabajo.
— Para acabar: ¿No crees que sin un cine como el de aquellos años el país se queda sin memoria, sin interpretar su propia historia?
— Sí, y es lo que les interesa a los poderes fácticos. La gente al escribir un guion o al producir se lo piensa. Hay que quedar bien con tal o cual televisión, que es socia de esa o aquella multinacional. No sé si el tiempo pasado fue mejor, pero fue muy distinto.
Hasta que no haya una República en España estas cosas seguirán lo mismo
Las escusas del régimen siempre son las mismas, ¿ por qué ? son ellos mismos que sostienen la idea política del triunfador con una sublevación militar fascista. Son herederos de lo peorcito, números de una represión avalada por una dictadura, que precisamente fué en Pamplona de donde es precisamente el II duque de Ahumada Francisco Javier Girón Ezpeleta (1.803) y V marqués de las Amarillas, senador vitalicio del Reino…
Y en tal glorioso movimiento el primero en morir fue el comandante de la benemérita Medel, leal a la República, asesinado por sus subordinados por la espalda.
¿ Se podrían hacer películas de hechos históricos ?. ¡ Claro, pero no interesan ! ¿ a quienes ?… Toda una fauna depredadora de las libertades públicas, la democracia, impostores sociales y ejércitos creados para defender intereses de oligarquías territoriales, casa ducales y perseguir al obrero al antimonárquico… El absolutismo ( fascismo en ciernes ) ya había laureado con títulos nobiliarios a los más preclaros duques, marqueses, condes y eran Senadores vitalicios del reino.
«Cuéntame cómo pasó», es hacer apología de los tiempos en beneficio de aquellos matones y sus secuaces en ideas de ayer y hoy; sus fundaciones, cloacas, tramas, fondos reservados y cuadros, mandos, números y los medios fácticos al servicio del poder oculto… ¡Es pedir peras al olmo !. Ahí estamos una minoría mayoritaria dando voces y recibiendo cozes…
La verdad, justicia, reparación, es una obligación primordial y en defensa de los demócratas que deseamos cerrar el duelo con dignidad… ¡ No puede haber escusas !. https://uploads.disquscdn.com/images/59878b53d47d0010712418f0b7c0179dc4f09e3789ce94edcb3cf592745882bc.jpg https://uploads.disquscdn.com/images/937ceda34cff3005422be9bc1bfdb160bff5e1b989ef8d739fdb226e1fdfc350.jpg
En Spañistán se tortura…..Tener presos politicos es la mayor aberración democrática del siglo XXI y más cuando los presos son parlamentarios elegidos democráticamente en las urnas por el Pueblo de Cataluña. Esta situación sólo se da «casualmente» aquí y en Turquía….La farsa de juicio al «Procés» es una merienda de negros…..donde jueces y fiscales que deberían ser imparciales «afinan» con total desprecio a la verdad. Sesiones interminables donde se conculcan continuamente Derechos Fundamentales, se miente descaradamente y el execrable juez Marchena recrimina, acalla e impide a la defensa aportar pruebas, videos y contrastarlos con las declaraciones de los testigos. Con la connivencia de un Jurado parcial y politizado, donde la presunción de inocencia brilla por su ausencia, se criminaliza a las víctimas con total impunidad, y testigos de la acusación aleccionados e incultos hablan de una «violencia» comparable a los 800 asesinatos de ETA. Y todo ello en aras a una «unidad de Spañistán» auspiciada por el Partido Podrido, sus Socioslistos, C’s. Fachas y Vox, la derechona que sigue aplaudiendo al genocida Franco. Inés Arrimadas y Albert Rivera no son catalanes, son fascistas españoles afincados en Cataluña. Intolerable y vergonzoso. A la m. con los Borbones ladrones, la Injustícia española prevaricadora títere de fascistas y corruptos vergüenza de Europa, y sus «valientes» esbirros aporreadores de viejecitas y gente indefensa. Si me pegan, me divorcio. Som República !!*!!
¿Pro-yanquis?
Vete a Corea del Norte o a Cuba. primero intenta vivir allí un añito mezclado con su «clase media», por eso de aclimatarte, y luego opinas de corazón en una película lo que opinas de aquello.
Y además, luego vas y cobras lo que en esos paraísos se paga a los trabajadores.
De tanta subvención a los muermos en los que participas aquí, que ni vuestras familias ven por infumables, te han hecho alejarte de la realidad.