Shotta: “No tienes que votar a un partido racista y homófobo porque te guste la bandera de España”

Shotta (Sevilla, 1984) insiste en que es un tipo tímido, pero este 2018 ha hecho un striptease en dos formatos: un nuevo disco titulado ‘Salvaje’, en el que habla sin tapujos de los excesos, el amor o el cáncer, y un libro del mismo título, escrito junto al filósofo Ricardo Hurtado e ilustrado por Kaos.

Shotta insiste en que es un tipo tímido, esa palabra aparece hasta cuatro veces en el libro, pero contesta a todas las preguntas con franqueza, ya sea sobre la relación entre alcohol y música, su carrera o el ascenso de Vox. Rehuye las definiciones cerradas, no por el estereotípico misticismo de los artistas, sino por pura humildad: "No voy a engañar a nadie". No es escritor aunque haya sacado un libro, no es músico, aunque lleve más de una década en el rap y no le inquieta hablar sobre el futuro fuera del hip hop o sobre la posibilidad de volver a estudiar. Solo hay una certeza en su discurso y tiene que ver con una nítida admiración por su hermano: “Oír hablar a Tote King es como escuchar a un profesor. Aprendes”. Con él ha grabado la canción ‘Final de liga’ de este último trabajo.

Shotta insiste en que es un tipo tímido, pero al final la conversación se alarga mucho más de lo previsto. Publica 'Salvaje' después de años de intentar domesticarse. Al filo del lanzamiento de su disco, en el que es fiel a su estilo explícito y directo de La Selva, recibe a cuartopoder.es en la sede de la discográfica BOA.

–  Lleva ya más de una década de carrera profesional, ¿qué balance hace?

–  Es un balance positivo. Tengo mi casa pagada y tengo un coche con el que puedo viajar y llevar a mi niño al cole. No soy rico ni millonario, pero me va bien. La música me ha dado muchos beneficios, he viajado, he conocido a mucha gente buena y he disfrutado mucho. También tiene otro lado negativo, pero me ha hecho libre. He experimentado muchísimas cosas. El balance es positivo.

–  ¿Por qué ha decidido ahora sacar un libro tan personal?

No es un libro. Para mí no lo es aunque venga en ese formato. Es una entrevista que me ha hecho un amigo del instituto, Ricardo Hurtado, que es profesor de Filosofía. Él sí escribe libros y ha transcrito este, aunque tiene también mis textos. No tengo nivel de lectura, ni de escritura. No me atrevería. Mi hermano es más culto y lee un montón, pero yo tengo limitaciones. Tengo inquietudes, me gusta saber cosas de política, literatura, música o cine, pero a la vez he estado mucho en la calle, de fiesta, perdiendo el tiempo. No voy a engañar a nadie. No quiero hacer el típico librito. Estaba escribiendo mucho y esto evolucionó a esa entrevista en forma de libro. No es contando mi vida como si fuera un Rolling Stone. Cualquiera se puede identificar porque hablo de cosas muy básicas: del éxito, del fracaso, del alcohol, del amor, de las rupturas...

–  Saca un libro que no es un libro y hace música desde hace años, pero no se reconoce como un músico, ¿por qué?

No me siento cómodo en el término músico. Sí estoy más cómodo en el concepto de artista, aunque antes no lo veía tanto. El arte sí engloba cosas más generales.

– Usted formó parte de los inicios dorados del rap español, ¿cómo ve ahora el panorama?

"Ahora a los raperos les va mucho mejor"

– Está la cosa muy bien. Yo estoy contento con lo que hay en el hip hop. Hay chavales como Fernando Costa, muy quinqui y un rapero de la calle, el Prok o el Kaze que hacen que el rap esté mucho más fuerte en cuanto a repercusión. Antes había cuatro grupos a los que les iba bien. Doble V, Mala Rodríguez, SFDK, Tote… Ahora a los chavales les va mucho mejor. Los medios siguen sin apoyar una mierda, aunque ahora haya más independientes.

– ¿Le gusta el trap? Supongo que comparte público con el rap…

– Sí, a mí me gusta. No soy fanático, pero me gusta, sobre todo el americano. En España hay gente que hace cosas guays.

– En el no libro dice que este podría ser su último disco, a propósito de todo lo que está cambiando el mundo de la música, ¿qué medios hay para un músico más allá del CD?

– Subir canciones a las redes, a tu canal de Youtube, trabajar más libremente… Eso sí, llevo haciendo discos con Boa, una productora independiente, muchos años porque me han tratado muy bien y me han dado un adelanto. Si las condiciones siguen bien y hay dinero para dedicarme al disco y a escribir, lo haré. Lo que quiero decir en el libro es que estaré más libre para ir soltando mi música. No voy a esperar dos años a hacer un disco. Si hay un tema que me encanta, seré más libre a la hora de compartirlo.

– En el libro también dice que se ha planteado muchas veces dejar la música. De hecho, da la sensación de que es una opción que nunca  cierra, ¿por qué?

– No sé cuanto tiempo me queda. Estoy haciendo esto porque me gusta. Todo depende de cómo me vaya. Pero también quiero hacer otras cosas. La vida pasa y estás siempre haciendo lo mismo.

– ¿Qué quiere hacer?, ¿qué hay después de la música?

– Buena pregunta. Me gusta la psicología y la criminología. Estoy obsesionado con ‘Mindhunter’ que es una serie de Netflix y un libro de John Douglas. No tengo nota para dedicarme a eso, pero si no, yo creo que estaría estudiando. También tengo inquietudes con la medicina, como técnico de emergencias sanitarias porque mi padre lo hacía. Lo he visto desde pequeño y me he quedado con la espinita. Tampoco soy tan viejo, tengo 34 años y puedo hacerlo.

– Así que sus planes pasan por volver a estudiar.

– Sí, creo que me vendría bien. No he perdido ese tren.

– Tiene 34 años, pero empezó muy joven, cuando pasa de la treintena y tiene un hijo, ¿cambian mucho los temas sobre los que se escribe o los enfoques?

He intentado por todos los medios que no. O más bien, me ha salido así. Este disco es salvaje y duro. No quiero plantearme nada de cara al futuro con mi hijo. Estoy educándole, dándole todo el amor y cariño que puedo para que esté contento y feliz. Eso es lo que me importa. El día de mañana, cuando tenga que explicarle lo que su padre ha hecho, se lo explicaré. He hecho cosas de las que me arrepiento porque sé que si no las hubiera hecho ahora estaría mejor y más feliz. No hay más, si juegas con fuego te vas a quemas. ¿Quieres quemarte? Quémate.

– ¿De qué se arrepiente?

– Cosas relacionadas con la calle, las drogas, el alcohol, la fiesta, las mujeres… Mis padres me han dado una buena educación, yo soy de clase media. Esas cosas me han hecho ser quien soy y punto. Me arrepiento de lo que he hecho yo, pero no de cosas que he vivido. Uno no puede echarle las culpas a las cosas externas.

– ¿Hay algún error irreparable?

– No, no he sido mala persona. La he cagado muchas veces, he traicionado o he hecho cosas feas, pero no he sido mala persona.

– En el libro liga la música con el alcohol, ¿ha intentado desligarlos en algún momento?

– Llevo toda la vida, por lo menos desde que empezaron los problemas. Yo empecé en un parque con mis colegas de Chapina, los de toda la vida. Empezaba a improvisar y a rapear de broma y hacer el carajote con el alcohol. Yo nunca he rapeado en un corro, me daba vergüenza. Lo hacía con mis colegas y aún así me daba corte. Yo me sentía a gusto cuando bebía. No hablo de estar borracho, sino de que con 3 copas y con tus colegas estás suelto. Estás en un nivel de seguridad y agustera. Las letras las sueltas y están guapísimas, no solo lo notas tú sino también los demás. Yo empecé así y es lo que me enganchó.

A día de hoy sigo bebiendo. Me bebo dos o tres copas con Tote antes de salir. Lo malo viene después. La mayoría de los conciertos salen bien y el problema viene cuando bajas y sigues bebiendo. Está bien cuando tienes 20 años, pero yo tengo 34 y te pasa factura a nivel físico y mental. Llevo tiempo intentando parar, pero estaría bien dejarlo de manera completa.

– Otro de los episodios que cuenta en el libro: la depresión.

– Eso es lo que viene después, en casa. A día de hoy sigo intentando controlarlo, la depresión es chunga. Hay que decir que hay niveles de depresión. Yo llevo deprimido 10 años. Hay amigos que toman pastillas. Yo tengo problemas con el sueño y cada uno tiene sus cosas. A lo mejor mis fiestas y el alcohol son las pastillas de otro. Hacer deporte es una cosa tonta y sencilla, le restas importancia y viene bien para todo: para dormir, para pensar mejor, produces serotonina… Las cosas sencillas vienen muy bien, no solo el dinero o que la gente te reconozca. Eso es efímero, se va, lo que quedas eres tú.

– En este último disco se queja mucho de las banderas. Este año se ha llenado España de enseñas, ¿qué piensa al ver su Sevilla llena de banderas de España?

– A mí nunca me ha gustado. No es que no me gusten las banderas, me dan igual. Hay gente que no se entera. Tengo una rima del disco en la que digo "¿Dónde está ese facha cuando el gobierno le roba? ¡No saben ni por qué sacan la bandera!". La gente en internet me dice que por sacar una bandera no tienes que ser facha. Eso yo nunca lo he dicho. A mí me dan igual las banderas, no es lo importante, lo importante son las personas que viven en el país. Te importa mucho la bandera y la pones en tu balcón, pero te da igual cuando el político al que votas está robando y recortando en sanidad. Tu padre cualquier día va a ir al hospital y no van a poder atenderlo porque ese hijo de puta que está fabricando carreteras de mierda o aeropuertos que nadie pisa está cogiendo el dinero de todos y metiéndolo en paraísos fiscales ¿Tanto te importa España? ¿Entonces por qué te quedas callado y sigues votando a esa gente?

"Puedes ser un tío de izquierdas y sacar la bandera, eso debería pasar"

El otro día, sale uno de Vox en Andalucía y dice que le da coraje cuando la gente pita la bandera porque en Estados Unidos les encanta y su país. A mí parece bien, pero no tienes que votar a un partido racista, homófobo y que está en contra de la Ley de Violencia de Género solo porque te gusta la bandera de España. A mí también me gustaría poder decir "viva España",a mí me gusta mi país, pero detrás de ese viva España y de esa bandera hay una historia. Simboliza muchos muertos en cunetas, muchos asesinatos y mucho franquismo. La bandera es una tela, pero hay cosas detrás.

Puedes ser un tío de izquierdas y sacar la bandera, eso debería pasar, deberíamos de empezar a intentar estar orgullosos de nuestro país, pero también te digo que en estos momentos no estoy orgulloso. Va Pablo Iglesias a una librería y aparecen cuatro nazis diciendo ‘Viva España, maricón’. Llamándole ‘maricón’ en 2019. Avergüenzan a este país.

– ¿Le ha sorprendido la irrupción de Vox en su tierra, en Andalucía?

Sí, yo pensaba que repetiría el PSOE. Yo soy de Izquierda Unida de toda la vida. Me peleaba con mi padre. Siempre se pensaba que IU no iba a salir. Entonces, para que no salieran los de derechas, había que votar al PSOE. Esa siempre era la idea, pero yo estaba hasta los huevos de esa idea. Eso sí, siempre hay un ladrón en todos los lados. El ser humano con poder es asqueroso. Pero no voy a votar a la derecha ni voy a permitir que salga gente que no tiene empatía con los demás.

– Hemos visto en los últimos años a humoristas y raperos pasar por los juzgados por lo que escriben. En 2002, Toteking y usted sacaron una canción que se llamaba ‘Bigota de la ponderosa’, en la que jugaban con la idea de secuestrar al presidente Aznar, ¿cree que si sacasen esa canción ahora tendrían problemas?

"Hay que decir lo que uno piensa sin tapujos y más en el arte"

– Está la cosa chunga ahora. Creo que tendríamos problemas. No quiero ni pensarlo. Tengo rimas bestias. Cada dos por tres me sale decir que le voy a dar un puñetazo a Pablo Casado en una rima, por ejemplo. Si me sale y la rima me gusta lo voy a soltar porque llevo toda la vida haciéndolo. Lo malo es que llegue una cartita a mi casa. No quiero que pase eso.

Yo puedo estar más o menos de acuerdo con lo que digan Hasel o Valtonyc, pero tienen huevos grandes. No en ciertas cosas que se han pasado, como desearle la muerte a un guardia civil. Yo no estoy de acuerdo en desearle la muerte a nadie de esa manera tan explícita, pero en líneas generales estoy con ellos, aunque su música me guste más o menos. Yo creo que hay que decir lo que uno piensa sin tapujos y más en el arte. No pueden cortarnos las alas. La derecha siempre ha sido muy de cortar a los artistas y de putearnos. Para ellos el arte es matar a un toro, lo demás no lo consideran arte.

– A la hora de escribir este último disco o de poner algo en sus redes sociales, ¿se lo ha pensado ?

– No, no me lo he pensado. Yo llevo haciendo cosas bestias desde ‘Tu madre es una foca’. Uno con el tiempo dice las cosas de otra manera. Cuando eres joven te cagas en los muertos de cualquiera y está mal. Lo que importa de verdad es dejar claro quién eres y posicionarte. Hay gente que quiere dinero y no se va a posicionar nunca porque le da miedo no vaya a ser que pierdan cuatro fans.