Las murallas de Ávila, teñidas por unos pendones colgados de sus almenas
Después del Ecce Homo de Borja, o el último llamado El Ecce Homo de Asturias, llega un nuevo descuido con el patrimonio histórico y, en este caso, con un bien declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Estos días la ciudad de Ávila celebra las tres culturas que convivieron en la ciudad en época medieval, a través de uno de los mercados medievales más extensos e importantes de España. Para esta ocasión, la ciudad se engalana con algunos motivos medievales que se incrustan en edificios, palacios y en la construcción más característica de la ciudad: sus murallas.
A lo largo de algunas de las almenas de la muralla se han colocado unos pendones (bandera o distintivo usado en la Edad Media) con el logo de la ciudad. Una iniciativa del Ayuntamiento de Ávila que no ha contemplado los posibles efectos negativos sobre la piedra del conjunto Patrimonio de la Humanidad. Con la llegada de las lluvias de los últimos días, estos pendones han ido perdiendo su color y tiñendo las murallas de la ciudad.
Algunos ciudadanos abulenses han hecho llegar su queja al Ayuntamiento al observar cómo se ha manchado este conjunto arquitectónico de finales del siglo XI. Esperan que con la siguiente lluvia, una vez retiradas las telas con el fin del Mercado Medieval, el tinte vaya desapareciendo progresivamente de la piedra histórica.
El ciudadano que se ha percatado en un inicio de los desteñidos en el conjunto arquitectónico afirma que los desteñidos afectan a varias zonas de la muralla, en especial en el Lienzo Norte, una de las partes más visitadas a nivel turístico y más visibles por cualquier ciudadano que pasee por la ciudad.
El tratamiento de las murallas requiere de una limpieza especial cuando se trata de desperfectos en las piedras, ya que los siglos de historia de esta edificación han hecho mella en la estructura. Fuentes consultadas del Ayuntamiento de Ávila afirman que "la arqueóloga encargada del mantenimiento del conjunto aún no ha valorado la situación", aunque sí se han "cambiado los pendones desteñidos y se han sustituido por otros".
Una vez finalizado el Mercado Medieval de la ciudad, comentan, "y se retiren todos los pendones se valorará la limpieza que se requiere, si se elimina con la siguiente lluvia o si, por el contrario hay que hacer una limpieza con arena", que es el sistema de limpieza especial que esta construcción necesita.
El tratamiento que requiere la piedra de este conjunto es tal, tratándose de una edificación centenaria y patrimonio, que cualquier daño provocado a su estructura está penado. En mayo de 2017 una ciudadana fue detenida tras intentar "limpiar" con un cuchillo las juntas entre las distintas piedras de la muralla, y fue acusada de un delito de atentado contra el patrimonio histórico.
En esa ocasión, el Ayuntamiento de Ávila avisó de que tanto la piedra como las juntas requieren de tratamientos especiales cuando se realizan limpiezas, puesto que los desprendimientos de pequeñas piedras son habituales si no se realizan con la debida diligencia.