CINE / Se reestrena en las salas de cine la icónica película de Quentin Tarantino
‘Pulp Fiction’: cuando Tarantino renovó el cine
Ha llegado a los cines de toda España Pulp Fiction en un reestreno perfecto para los que alucinamos en su estreno o para las nuevas generaciones que no la conozcan y deban hacerlo. ¿La razón? Pulp Fiction renovó el cine a base de retales de otras películas y el inmenso talento como cineasta y cinéfilo de Quentin Tarantino, un freak que no fue nunca a una escuela de cine y se educó trabajando en un videoclub en el que se pasaba el día viendo cine, sobre todo cine malo. Es decir: porno, serie B, serie Z, cine de terror de cuarta, de artes marciales... Aquel irracional y caprichoso cóctel hizo posible el inimitable mundo tarantiniano, hoy de capa caída.
Su origen: la película nace de un relato breve escrito por Roger Avary y titulado Pandemonium Regins. Su idea era rodar un corto con su historia, que no es otra que la del boxeador Butch (Bruce Willis en la película) y el reloj de oro que le regalaron. Charlando con Tarantino e imaginando otras historias que se cruzaban con la de Butch, acabó gestándose el magnífico guión de Pulp Fiction. En plena fiebre creativa, hasta llegaron a plantearse una trilogía de películas que nunca llegamos a ver.
Su escritura: parte del guión de la película está escrito en Holanda, donde Tarantino fue a aislarse. Así se entienden los diálogos en los que se habla de cómo se llama el Big Mac en Holanda, donde el muy capullo Tarantino dejó un tremendo pufo en un videoclub (su viejo trabajo) del barrio en el que se alojaba.
Su estructura: lo que más llamó la atención de Pulp Fiction es su escritura no lineal. Hay pirados que han llegado a montar la película cronológicamente: desde la escena del reloj a la huida de Willis en moto con su chica.
Su venta: el enrevesado guión de Pulp Fiction no hizo muchos amigos entre los estudios. De hecho, para los espabilados ejecutivos de TriStar la película era “demasiado extraña y violenta”. Imaginen su reacción ante las cifras de taquilla en su estreno. Afortunadamente, a los famosos hermanos Weinstein les encantó la locura de Tarantino y Avary y se animaron a producir la película. Se forraron.
Su taquillazo: la película costó 8 millones de dólares, un presupuesto bastante ajustado y en el que las estrellas, como Bruce Willis, no cobraron cifras de escándalo. En el primer fin de semana Pulp Fiction recaudó 9 millones y su taquilla final fue de más de 100. Imaginen el negocio para la compañía de los Weinstein, Miramax. emblema del cine independiente de los 90 y que Disney acabó comprando por una astronómica cifra. Por cierto: gracias a esta compra la cinta de Tarantino es la primera película Disney en la que se practica el sexo anal. Si el ultraconservador Walt levantara la cabeza...
Su repartazo: además de Travolta, al que sacó del olvido, el actor del que Tarantino no dudaba fue Harvey Keitel, que interpreta al Señor Lobo y que fue su descubridor al aceptar su papel en Reservoir Dogs. Vamos, que la carrera y fortuna de Tarantino es impensable sin el actor de Brooklyn. También gracias a Keitel entró Willis en el reparto, y fue en una barbacoa. Willis buscaba papeles diferentes y Keitel le pasó el guión entre birras y perritos calientes. Al actor le fascinó el texto y quiso entrar en la película sin cobrar sus escandalosos salarios habituales. Eso sí: el que se arrepintió toda su vida es Mickey Rourke, que dijo que no al personaje sin leer el guión. Otros actores que podrían haber interpretado al personaje fueron Matt Dillon y Sylvester Stallone.
Su obsesión con Uma: Aunque una de las candidatas firmes para interpretar a Mia Wallace era Michelle Pfeiffer, Tarantino estaba obsesionado porque el papel recayera en Uma Thurman, a la que llegó a leer el guión entero por teléfono. Santa paciencia la de esta mujer...
Su recepción: Michael Haneke dijo que la película era repugnante y en Cannes a Tarantino, ganador de la Palma de Oro de manos de Clint Eastwood, le gritaron fascista (¿?). Al pope de la crítica americana, Roger Ebert, le encantó la película y escribió: “Al igual que Ciudadano Kane, Pulp Fiction está construida de una manera no lineal, podrías verla una docena de veces y no ser capaz de recordar lo que viene después”. En España, en cambio, Miguel Ángel Palomo, de El País, escribió: “Tan alabada como denostada, es una sinfonía pop que funciona por acumulación y en la que todo vale salvo el rigor”. Qué ojo...
Sus premios: Además de la citada Palma de Oro, ganó el Oscar al Mejor guión original y obtuvo 7 nominaciones, incluyendo Mejor película. Ese año la gran triunfadora fue la académica y amable Forrest Gump. En los Globos de Oro Pulp Fiction logró también el premio al Mejor guion y 6 nominaciones.
Su gran misterio: ¿Qué diantres hay dentro de esa maleta que tiene la combinación 666 y brilla? Se habló del alma de Marsellus Wallace y de los diamantes robados en Reservoir Dogs (eso decía el primer guión). El vacilón de Tarantino llegó a decir que solo eran “un par de bombillas naranjas”. Lo cierto es que esta imagen está robada de una película de Robert Aldrich llamada El beso mortal y es solo un truco para mantener atento al espectador.
Sus diálogos: Es difícil quedarse con uno de los diálogos de esta película tan bien dialogada. Además de las legendarias parrafadas tarantinianas con sus protagonistas conduciendo, ¿quién no recuerda el sermón de Jules (Samuel L. Jackson)? Lo curioso es que el texto no es exactamente bíblico. En el versículo 17 del capitulo 25 del Libro de Ezequiel aparece el famoso “Y haré en ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y sabrán que yo soy Jehová, cuando diere mi venganza en ellos”. Pero lo del “camino del hombre recto y la tiranía de los hombres malos” es de la película Karate Kiba, una de esas películas de artes marciales que al freak de Tarantino tanto le chiflan.
Sus tacos: su lenguaje es especialmente sucio para Hollywood. Se dice fuck 271 veces.
Su banda sonora: una de las más legendarias de los años 90, sin duda ninguna. Cada tema es una joya y cada uno se fusiona con la película de forma magistral. De coña, Tarantino dijo que después de ver la película nadie podría escuchar el tema surfero Comanche sin pensar en la sodomía.
Sus referencias: los robos u homenajes de Pulp Fiction podrían dar para otro artículo entero. El famoso baile de Mia y Marcellus está inspirado en uno de Bande á part, de Jean-Luc Godard. La productora de Tarantino (junto a Lawrence Bender) se llama así: Bande á part. En el rodaje de esta escena, por cierto, Uma Thurman lo pasó bastante mal porque le imponía bailar con Travolta y no le gustaba la canción de Chuck Berry. Al final volvieron a funcionar las dotes persuasivas de Tarantino.
Sus fetiches: las pistolas que usan Vincent y Jules son las mismas que manejaron los atracadores de Reservoir Dogs y la espada que coge Bruce Willis en la escena de la tortura fue usada más tarde por Uma Thurman en Kill Bill. Además, cuando Christopher Walken le da el famoso reloj a Butch, dice: “Su padre lo compró en Knoxville, Tennessee” (ciudad de nacimiento de Tarantino).
Mi consejo final: vuelvan a disfrutar de Pulp Fiction como se merece, en una buena sala de cine con pantallón y aire acondicionado.
Fui a verla al cine sin dudarlo y tuve que ir fuera de mi ciudad ya que en las 18 salas de cine que habían en Cartagena (Murcia) parece ser que no había sitio, sus cojones. La sorpresa que me llevé fue mayúscula al encontrarme tan solo cinco personas en sala, por una parte pensé «joder, voy a disfrutar muy bien Pulp Fiction» pero por otra no entendía como se estaban perdiendo la peña un acontecimiento así. Lo peor fue que no estaba subtitulada, pero en fin, la disfruté muchísimo como si la viera de nuevo. Ojalá se destile más el hacer reestrenos y pueda ver películas como «Uno de los nuestros» o la trilogía de «El Padrino». Buen análisis no tenía ni idea de muchas anécdotas. Saludos.
¿De verdad que hemos visto la misma película? Porque yo estoy totalmente de acuerdo con el crítico de «El País» citado. En mi opnión, «Pulp Fiction» no es más que una acumulación de chistes modernillos, con muchas ocurrencias pero sin personajes. Una película que se ve con tanta facilidad como se olvida, un simple producto de consumo. Aunque, eso sí, al menos es más entretenido que las aburridísimas e interminables «Kill Bill» o «Django Unchained». A mi modo de ver, «Reservoir Dogs» y, especialmente, «Jackie Brown» son mucho mejores.
Joder, que la película es del 95, esto es un reestreno en cines y aquí de lo que se trata es de hacer un recorrido por lo que fue aquél estreno y con detalles desconocidos para mucho público. El crítico de El País, ni puta idea oiga.
Tienes razón en todos tus comentarios sobre el resto de películas de Tarantino aunque no creo que aprecies el contexto «pulp» tan determinante para la forma de ser de esta película, lo bien que se encaja en él, el rigor y coherencia que sí tiene y lo efectivo que fue el director a la hora de engarzar clichés sin resultar aburrido, pedante o ridículo, como ha sucedido con casi todo lo que vino después.
Mi opinión es que la forma en que se ha universalizado «Pulp Fiction» ha sido un mal legado para esta película, la ha convertido en una parodia de sí misma, pero eso queda fuera del control de nadie.