Una exposición sobre la poesía y la voz de Jaime Gil de Biedma llena algunas salas del Arts Santa Mónica, de Barcelona, hasta el 25 de octubre. Se trata de En palabras de Jaime Gil de Biedma, una exposición sonora en la que la voz del poeta se confunde en sus poemas y dichos con la de un actor, Carlos Reyes, que desempeña el papel de antagonista o alter ego, gracias a un juego de altavoces estratégicamente dispuestos.
La idea parte de su sobrina Inés García-Albi Gil de Biedma, que ya realizó el documental Retrato de un poeta, que se pudo ver en la 2 de TVE, hace algún tiempo. “Me llamó siempre la atención la cantidad de gente que tiene a Gil de Biedma como poeta de cabecera; incluso mi vecina, que regentaba una droguería, se puso muy contenta al saber que la exposición se ponía en marcha. Se trata de despertar la memoria del poeta, que a la gente le vuelva a entrar ganas de leerle, escuchar su voz”, ha dicho a cuartopoder.es.
La muestra ocupa una sala central y dos laterales, inundadas por el sonido de los versos y las frases de Gil de Biedma, acompasadamente dichos, como en un intento de mecer al visitante, sumergirlo en la poesía de uno de los más significados poetas españoles del siglo XX.
Un audiovisual expresamente compuesto para la ocasión, Apuntes para una autobiografía, evoca los veranos en Nava de la Asunción (Segovia), escenario de los largos veraneos infantiles, hace de referencia del conjunto, porque “lo más importante es recuperar su voz, ya que su vida a veces ocultaba la importancia de su obra”. Una vida más o menos alocada, disoluta; hay que tener en cuenta que Jaime Gil vivió intensamente los años del franquismo, una prueba hercúlea para un alma inquieta y enamorada como era la suya.
Inés García-Albi, que además es la comisaria de la exposición, ha echado mano de audios familiares y otros de la Filmoteca de Barcelona, pero una cosa es segura: “ni una sola palabra de las que se pronuncian en la exposición es ajena a Jaime Gil; todas le pertenecen”, no hay inventos ni adendas póstumas que valgan.
El pretexto que de paso ha servido para que instituciones y editoriales hayan prestado fondos a la idea, es que se cumplen 25 años de la muerte de Jaime Gil. Cualquier pretexto es bueno para abrir sus libros, así que hasta que 2015 acabe habrá más recordatorios, como el simposio de noviembre en el centro Santa Mónica, con sus escritores amigos, como Juan Marsé, Pere Gimferrer o Carmen Riera; lecturas de poemas y un ciclo de películas vinculadas a las querencias del poeta, en la Filmoteca de Barcelona, en diciembre, y hasta un programa en TV3.
Pero, sobre todo, la publicación, por Lumen, del dietario inédito que su editor, Andreu Jaume, quien ha colaborado en esta muestra, ha depositado en las manos de Silvia Querini, directora editorial de Lumen.
“La exposición se ha ideado en formato viajero, así que para enero se podrá ver en la Biblioteca Nacional, en Madrid, y quién sabe si se llegará a enviar a Manila, otro de los lugares queridos por Gil de Biedma”, dice Inés García-Albi, quien está muy contenta de la gran cantidad de gente que ha acudido a la inauguración, el pasado día 9, y de la animada rueda de prensa que se celebró con tal motivo.
En definitiva, una razón para regresar a la poesía del mejor cantor del paso del tiempo y la ruina de la inteligencia, que, paradójicamente, permanece joven y ajeno a la decadencia, por méritos de su propia voz.