Ofelia de Pablo y Javier Zurita (Texto y fotos ©)
Picnics bajo las estrellas, avistamientos de aves, descensos en bicicleta y rutas románicas son solo un aperitivo de lo que ofrece este singular valle a caballo entre Castilla y León, Cantabria y País Vasco.
Mecido por los aires de la cordillera Cantábrica, con sabores culturales vascos y de alma burgalesa, el Valle de Mena ha forjado un carácter singular. A pesar de ser uno de los 27 municipios que integran la comarca de Las Merindades, sus 4.000 habitantes dicen tener un poco de todas las comarcas que les rodean y de ninguna. Los del valle, ante la pregunta de si se sienten más vascos -están a 45 kilómetros de Bilbao- o más burgaleses -adonde pertenecen administrativamente- responden con rotundidad: “Yo soy de Mena”. Y es que los meneses son únicos.
Los 263 kilómetros cuadrados de este territorio verde enclavado entre la España Atlántica y la Mediterránea extiende sus límites hasta las provincias de Cantabria, Vizcaya y Álava con los que comparte la frescura y los paisajes típicos del norte. Al sur cierran el valle, limitando con la meseta, los impresionantes farallones de roca caliza de los Montes de la Peña, la sierra de la Carbonilla y Peña Angulo, todos ellos en las estribaciones del Sistema Cantábrico. Los exuberantes bosques de la comarca, su cuidada biodiversidad y su excelente conservación medioambiental le han valido a Mena un sólido reconocimiento internacional. Te damos las claves para descubrirlo:
- Visitar desde las torres medievales de los siglos XIII y XV que jalonan sus verdes campos, como la de Villasana o la Torre de Lezana, hasta las iglesias de San Lorenzo en Vallejo y Santa María de Siones, dos joyas del románico que se conservan entre hermosos bosques de hayas.
- De picnic bajo las estrellas. Aventurase en un picnic estelar tiene su encanto pero si se hace en el primer municipio de España con la concesión ‘Star Light’ de la Unesco ya es sinónimo de éxito. Su compromiso por la protección de los cielos sin contaminación lumínica convirtió al valle de Mena en el primer municipio de España y uno de los primeros del mundo en ser declarado ‘Star Park’.
- Conocer el trabajo artesanal de Agapito Ruiz, en Menamayor, que a sus 92 años sigue haciendo unas maravillosas cestas de forma completamente artesanal.
- Rutas en la naturaleza. En bici, a caballo o andando, el valle de Mena ofrece multitud de recorridos para descubrir las bondades de la naturaleza. La comarca cuenta con unos singulares bosques incluidos en la RED Natura 2000, donde encontrar desde laurisilva hasta plantas carnívoras; además, está reconocida por BirdLife como un destino destacado en el avistamiento de aves.
- Dejarse seducir por los manjares del restaurante Cadagua (Calle Ángel Nuño García, 9,Villasana de Mena, tfno. 947126125) , de la mano del chef Juan Peña. Lo mejor las morcillas locales, la carne de la autóctona vaca monchina, o la gran variedad de setas que crecen en los bosques de la zona. Todo ello regado con el excelente vino local denominado Chacomena, el llamado chacolí del valle de Mena; un caldo elaborado en las bodegas de Javier Otaola y su familia. Y para los postres: una torta de chichos del Obrador de Maltrana, dulce típico de la matanza
- Tapear en el local de Eva Erostarbe, la Taberna del Cuatro. Un rincón acogedor situado en el centro de Villasana, la capital del valle, una cita ineludible para degustar unas tapas, relacionarse o saborear las excelentes y afamadas carnes de la comarca.
- Visitar las hermosas cascadas del Valle como las de Peñalabros, o la que se forma en el nacimiento del río Cadagua. Una naturaleza salvaje y de leyenda que envuelve con mimo a la comarca.
Cómo ir: Los aeropuertos de Burgos y Bilbao son los más próximos al Valle de Mena. Iberia ofrece dos vuelos semanales desde Barcelona a Burgos (viernes y domingos). Desde Madrid, Iberia tiene hasta nueve vuelos diarios con destino Bilbao. Más info en www.iberia.com. Desde Bilbao y Burgos se puede llegar a Villasana de Mena en autobús o tren.
Solamente dos puntualizaciones.
El restaurante Cadagua está cerrado de tiempo atrás. La Taberna del cuatro es también un buen restaurante.
El chacolí, tal cual, se produce en Mena desde tiempo inmemorial. Ver el Diccionario de Autoridades, 1827, antecedente del de la Real Academia de la Lengua.
Gracias Koldo por tu puntualización sobre el restaurante Cadagua, lo modificaremos. La Taberna del Cuatro sí es un excelente restaurante, lo comprobamos in situ 🙂 y también nos encantaron sus tapas. Sobre el chacolí de Mena, conocemos bien su historia porque la familia Otaola nos puso al tanto. Gracias y un saludo