Una nueva edición de Surge, el ‘off’ Broadway madrileño
El pasado año, durante el mes de mayo, tuvo lugar la I Muestra de Creación Escénica, Surge Madrid, imitando los festivales off de Londres y Nueva York, y con el ánimo de que la iniciativa contara con el apoyo de la gente y no se quedara solo en voluntarismo de unos profesionales en estado de precariedad casi permanente. La convocatoria fue un éxito y en casi todos los barrios de la ciudad se ofrecieron actuaciones de teatro y actos relacionados con la escena, en una serie de eventos muy similares al del Fringe, dentro del cual asistí a un coloquio en el bar de Matadero con Roger Sala, crítico de ballet de El País, y Juan Ignacio García Garzón, de ABC, que mantuvieron un alto nivel de discusión sobre la situación de la crítica teatral en España, o algunos actos poéticos con escritores y periodistas como Antonio Lucas, que podían compararse con los que se realizan en locales más asentados de la capital y arropados por instituciones culturales de prestigio.
Este año, entre el 8 y el 26 de abril, se desarrollará la II Muestra, que cuenta con el apoyo de la Comunidad de Madrid: en 20 salas alternativas se estrenarán 49 obras y se realizarán 199 actividades ligadas a la escena, como performances, lecturas poéticas, incluso alguna recreación de la figura de Charles Bukowsky, que es escritor amado por las jóvenes generaciones y que no falta de una u otra manera en ningún festival alternativo. Natalia Ortega y Alberto García son los responsables de la enorme programación, centrada en el teatro pero con una importante representación de danza. El presupuesto, lo habrán adivinado, es inferior al del año pasado, pasando de 400.0000 euros a 300.000 y también se han restringido el número de salas, aunque la cantidad de presupuesto destinada a la producción es mayor, como explicó en la presentación del evento el Director de Promoción Cultural de la Comunidad de Madrid, Antonio Giménez Precioso, y la de promoción se ha reducido considerablemente, aunque hay nombres como el de Denise Despeyroux, autora de la aplaudida Carne fresca, que no necesita ya presentación, que estrena Ternura negra. La pasión de María Estuardo, en Lazonakubik el 24 de abril con actores como Ester Bellver, Joan Carles Suau y Fernando Cayo o Carmen Werner, coreógrafa de Provisional Danza, que ofrecerá su espectáculo Simplemente camina, en Aranjuez.
Las actividades que no son exclusivamente teatrales se han denominado “actividades transversas” y tratan desde paseos dominicales a cargo de Jesús Rubio Gamo o las tertulias clandestinas de Regina Fiz, verbenas que se improvisan en cualquier sitio y performances de Paloma Diaz, Claudia Faci y Marta Izquierdo y en el apartado musical los desconciertos de Fito Mansilla y Niña Vintage , composiciones fotográficas a cargo de Los Abajonistas, incluso regalos urbanos elaborados por Galería de Magdalena.
Como Teresa de Jesús ha despertado un interés inusitado entre la juventud, que ha descubierto en la escritora y santa de nuestro Barroco no se sabe cuantas actitudes adelantadas a su tiempo, tenemos en Surge una Teresística, por parte de Lacosaneutra&cia que en el Espacio Laruc promete arrancar en el espectador sensaciones físicas. Eso dicen. Por su parte, Ricardo Bareta y Eva Tejero se van a dedicar a actividades casi olvidadas, como son las lecturas de teatro, en su pieza Solo a dos voces, como también hará Miguel Murillo con Yo, Bukovsky, en Montacargas del 23 al 25 de abril, un texto escrito en homenaje al escritor que pasa por ser paradigma de lo autodestructivo.
Y lo cierto es que esta edición de Surge da para todo, reflejo, casi metáfora de los intereses de un público joven que acude a ver un espectáculo sobre Santa Teresa, sí, pero también Anónimas, un diálogo entre tres mujeres donde se habla de la violencia ejercida sobre sus madres y abuelas, o, nada extraño, Tío Vania, de Chéjov, una versión de este clásico de la escena que ha hecho Apata para Nave 73, o, desde luego, Descansaremos, que es un texto sobre la solidaridad humana en tiempos de crisis... es decir, un popurrí de actitudes y textos, maneras de interpretar que resume todo el entramado enorme de lo alternativo que se cuece en Madrid, con todo lo que eso significa de aportación de valores seguros y mero amateurismo. Hay de todo.
Porque aquí entra todo lo que no entra en los circuitos llamados tradicionales. Es off, lo que no siempre significa alternancia de cierta calidad o transgresión no realizada al buen tuntún, por aquello de ocuparse de algo por no ocuparse de otra cosa. Hay autores y directores como Félix Estaire, Eugenio Gómez o Xus de la Cruz, que han versionado a un nuevo don Juan en Auto(in)definido, el cual se replantea su relación con las mujeres al saber que tiene una hija o Ana Kutzelman y la compañía Snomians, que presentan Cambio climático. Un musical punk, que terminan sorprendiendo incluso por lo previsible de sus planteamientos, y hay otros como John Wayne a los pies del monte Urgull, que interpreta la compañía Grumelot o La piel, montaje de Teresa Rivero y Valeria Alonso, que remiten ya a un teatro volcado hacia las salas más convencionales.
Si algo tiene Surge es la contestación al hecho mismo de guía cultural. De ahí el desconcierto que puede producir tamaña dosis de representaciones que no dan respiro a que el espectador elija con tiempo, con cierto sosiego en aquello que puede interesarle. Surge es, así, metáfora de estos tiempos en que lo informe es el caldo donde uno puede hallar su pieza de oro escondida. Desde luego la cosa es irrealizable si no es dentro de las acotaciones de un festival así, que no deja de ser una guía ya prevista. Pero lo interesante de Surge es que, ya por segunda vez, tenemos durante unos días representaciones del off madrileño. Madrid, como Londres, Nueva York.... soñemos.
