Getafe vuelve a vestirse de negro

Esta semana está siendo pródiga en Madrid en acontecimientos literarios de primer orden. En primer lugar deberíamos destacar la IV Edición del Festival de Poesía, PoeMad, que se dio cita el fin de semana con la asistencia de uno de los grandes poetas de la literatura en español, el venezolano Rafael Cadenas, que figura como invitado de honor, y no es para menos ya que su poema, Derrota, está considerado un hito en la poesía latinoamericana del siglo XX, y donde debatieron y recitaron sus poemas escritores como Paca Aguirre, viuda de Félix Grande, su hija, Guadalupe, César Antonio Molina, Vicente Molina Foix, Manuel Vilas y Christina Rosenvinge, que realizaron su particular homenaje a Lou Reed, Carlos Marzal, Olvido García Valdés, que homenajearon a Juan Gelman y José Emilio Pacheco, recientemente desaparecidos , Inma Chacón, Pilar Adón... cerrando el acto Pepe Habichuela, con un fantástico concierto de guitarra flamenca.

Pero la semana se alarga con la edición, otro año, de Getafe Negro, hasta el 23 de octubre, que va ya por su séptima convocatoria, y que tiene esta vez a Japón como país invitado. Dirigida por Lorenzo Silva, que es ahora uno de los grandes de la novela negra en español, esta edición de Getafe Negro tiene todas las trazas de erigirse en referente obligado de las citas de novela policíaca en español, una vez que la Semana Negra de Gijón y las convocatorias que se realizan en Barcelona, ciudad que se decantó hace muchos años como paisaje idóneo y cantera de la novela negra en España, hayan decaído a favor de esta localidad del sur madrileño, que contará con más de setenta actividades y la asistencia de un centenar de escritores y periodistas, entre los que se encuentran Almudena Grandes, Julián Ibáñez o Eric Frattini, entre los nombres patrios, y el británico Lee Child, el nórdico Jo Nesbo o la japonesa Mitsuyo Kakuta, de quien estoy leyendo ahora La cigarra del octavo día, (Galaxia Gutenberg Círculo de Lectores) y que creo transciende el género para convertirse en una narradora de la extrema inquietud, algo muy próximo a cierta temática presente en los escritores clásicos de su país, Tanizaki, Kawabata, Mishima, Kobo Abe, y de la que esta joven escritora es digna sucesora.

Getafe Negro otorga todos los años el Premio José Luís Sampedro a una figura destacada de nuestra cultura.Este año el galardón ha recaído en Emilio Lledó, uno de nuestros grandes ensayistas y filósofo de cierto encanto recóndito, lo que hace que el certamen rebase las fronteras del género y se abra a perspectivas próximas pero muy distintas en planteamientos y resoluciones.

Algo que tuvo claro Lorenzo Silva, que promocionó estas jornadas hace siete años, es que los debates que tuvieran lugar fueran de plena actualidad, algo acorde con la vocación casi documental de la novela negra. Este año, por ejemplo, se debatirá sobre terrorismo islámico y ciberdelitos. Sobre el primer estado terrorista islámico, algo que está ya en la mente de muchos, debatirán Eric Frattini, un escritor y periodista que posee la habilidad de plantear de manera atractiva los miedos propios del inconsciente colectivo; Luís de la Corte, que es el mayor experto español en yihadismo, y José María Blanco, que es un especialista afamado sobre esta cuestión en la Guardia Civil. De los ciberdelitos, que están siempre presentes en los medios de comnicación pero la gente conoce poco, hablarán Cristina Cifuentes, nuestra delegada del Gobierno, y Simona Levi, que es una activista que se plantea las barreras entre ciberdelincuencia y ciertos motivos legítimos. La mesa será moderada por Manuel Marlasca.

Pero Getafe Negro no sería nada si no habláramos de novela negra, lo que le da su seña de identidad. Por lo pronto, el Premio que otorga de novela negra, el Premio Ciudad de Getafe, ha recaído en Solange Camaüer, pero el plato fuerte se da entre los asistentes, que este año son de una enorme calidad: desde luego Mitsuyo Kakuta, de la que sigo pensando que el género negro le viene un tanto a transmano aunque sus narraciones pueden encuadrarse en él, y por supuesto, Lee Child, creador de la saga de Jack Reacher, que ha puesto de moda la película de Tom Cruise, desde luego el noruego Jo Nesbo, creador del inspector Harry Hole, y que es ahora con toda probabilidad el nuevo valor a destacar de la novela negra escandinava, desde luego William Mc Ilvanney, que es el creador de la novela negra escocesa, tan distinta de la inglesa como sólo un escocés quiera distinguirse cuando así lo decide, también el danés Erik Valeur o el británico Paul French. Por parte española debatirán Leandro Pérez Miguel, Julián Ibáñez, que es un referente actual del género en España, José María Guelbenzu, más dado a incurrir en la novela policíaca tradicional, Víctor del Árbol o Carlos Zanón.

Actividades propias que se combinan en varios locales de la Universidad Carlos III, la Fábrica de Harinas, con proyecciones de cine -hay un buen debate sobre cine negro francés con Eduardo Torres Dulce, Fiscal General del Estado, que es un apasionado del mismo-, teatro y conciertos de jazz, que es música asociada desde siempre al género negro.

Una semana, pues, teñida de negro, que comenzó con el logo de la portada del cuervo del poema de Edgar Allan Poe en PoeMad, el Festiva de Poesía, y que ha culminado con el logo del cuervo, también de Poe, pero en otra postura, que es cartel de Getafe Negro. Poe da para todo. Incluso para presidir diez días de intensa actividad literaria en Madrid. Así da gusto.