Pascual García
– Miguel se ha precipitado.
– Joder, mira que se lo he dicho veces, Miguel, tío, no te precipites. Comprueba las cosas antes de publicarlas. No hagas locuras, que algún día vamos a tener un disgusto.
– No. Digo que se ha precipitado al vacío. Se ha tirado desde la ventana de la sala de teletipos. Catorce pisos. Ha sido horrible. Espantoso. La gente que le ha oído crepitar contra el asfalto está siendo atendida por unos psicólogos que han llegado hace un rato. Todavía quedan trozos de Miguel por la calle. Una auténtica mierda.
– Joder. ¿Y si no se enteraba de nada, si no ha levantado una noticia en su puta vida, cómo ha sabido que le teníamos preparado el finiquito?
– No sé. Parece que han encontrado una nota en el bolsillo de su americana en la que pone que se lo dijo tu madre ayer en la frutería.
– Joder… La frutería.
¿O sea, que no era el becario?