Una jornada particular en El Prado

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Elvira Huelbes

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Retrato de José Nicolás de Azara, por Rafael Mengs / Museo del Prado

El visitante curioso y amigo de la lentitud tiene una ocasión de oro para echar una mañana de este agosto paseando su humanidad por las frescas salas del Museo Nacional del Prado: dos exposiciones –hay más, pero prefiero estas que les comento- de muy distinta sensibilidad pero muy recomendables. Una es Mengs y Azara. El retrato de una amistad, un pretexto para mostrar la adquisición por el Prado de este cuadro de uno de los pintores alemanes más significativos del siglo XVIII. Es un magnífico retrato de José Nicolás de Azara, de 1774, que invita a sentarse un buen rato enfrente para fijar la atención en los detalles, los colores, la ambientación. El aire que respira ese amigo querido, un ilustrado español, coleccionista y diplomático, además de arqueólogo aficionado y colaborador en ideas artísticas y estéticas de su amigo Antón Rafael Mengs.

Es una exposición de las llamadas “de gabinete”, de pequeño tamaño, casi íntima -donde se muestran 24 piezas entre pintura, escultura, obra gráfica-, que ocupa la sala 38 del museo y allí permanecerá hasta el 13 de octubre; pero, ay, para entonces ¿dónde se habrán ido las vacaciones? Con el viento del viejo Dylan, sin duda.

Merece la pena detenerse ante este retrato y la amistad de estos dos hombres. Mengs se formó con las ideas estéticas de la pintura italiana -Miguel AngelRafaelCorreggioTiziano-, a la sombra de su padre, el pintor Ismael Mengs. Su vida transcurrió entre Dresde y Roma, pero también en Madrid, al ser llamado por Carlos III para decorar el Palacio Real, en 1761. Fue nombrado pintor de cámara, cinco años después y es responsable de que se conocieran en nuestro país las corrientes artísticas que triunfaban en Europa, lo que influyó nada menos que en Goya, entre otros pintores españoles, a los que Mengs ayudó a promover.

Entre unos viajes y otros, el pintor conoció al ilustrado Azara, un hombre muy influyente, que cultivó tanto el arte como las amistades importantes, y que fue embajador en París en los años que van desde el final del XVIII al principio del XIX, cuando Napoleón estaba dispuesto a zamparse Europa, España incluida.

El caso es que Azara -uno de tantos ilustrados poco conocidos por el público en España- ayudó a Mengs en el que veía un genio, desde el primer encargo que le hizo, en 1765, del diseño de la medalla conmemorativa de la boda de los Príncipes de Asturias.

'Panorama del lago Shinobazu desde el templo Kiyomizu', 1894, de Yokohara Chikanobu. / Museo del Prado

La otra exposición que me gusta es la de Estampas japonesas, que se inauguró hace dos meses en el edificio Villanueva, con motivo de los actos del Año Dual Japón España 2013-2014 y que estará abierta aún hasta el 6 de octubre.

Grabados de UtamaroKiyonobuKatsukawa ShunshoHokusaiHiroshigeKuniyoshi… inmensos artistas de entre los siglos XVII y XIX, que forman parte de la colección del museo y que se exhibieron por vez primera en 1936, en el Museo Nacional de Arte Moderno de Madrid, a raíz de la cual, el Prado decidió comprar 20 de ellas.

Comenzando así una colección representativa de la historia del grabado japonés que fue enriqueciéndose con otras compras. Aquel verano no estaba España para exhibiciones artísticas precisamente y, sin embargo, se ve que la vida permite respirar belleza a pesar de las guerras.

Una inmersión en estos grabados tan alejados de la concepción estética occidental, en general, y española en particular, es un viaje visual e histórico nada desdeñable. Lo que se llamó el japonesismo se había iniciado en Madrid en 1868, cuando llegó a la capital una compañía de acróbatas japoneses y de ahí, poco a poco, según cuenta Ricard Bru, la afición por el arte y la cultura de aquel país va creciendo. Siempre en grupos más o menos reducidos, claro está. El buen perfume en frascos pequeños se guarda, ¿no dice eso el refrán?

Después de pasear la mirada por estas delicadas versiones del paisaje o del retrato se sale más amigo de Japón de lo que se entra. Seguro.

Información útil. 

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