La medida no ha pillado a nadie por sorpresa, porque desde la dirección nunca se ha negado, pero la indignación es máxima entre los trabajadores de la Corporación Catalana de Medios Audivisuales (CCMA), que engloba a la televisión y radio públicas. Tras varios meses de negociaciones para la renovación del convenio colectivo, el Consejo de Gobierno de la CCMA anuncia el despido de 312 trabajadores, una propuesta de rebaja salarial del 7,5% , la externalización del departamento comercial y rompe las negociaciones del convenio.
Los trabajadores acusan al Consejo de Gobierno de mentir porque justifica la medida en que se ha agotado la vía de negociación del tema económico, cuando fue la propia dirección la que aparcó este tema para avanzar en la negociación del convenio, después de hacer una propuesta inviable que era equiparar los sueldos de la plantilla de la radio y televisión a la de los funcionarios públicos. También le acusan de censurar la versión del comité, no permitiendo la emisión de la postura de los trabajadores.
Para el próximo viernes hay fijada una reunión, a la que los trabajadores iban a llevar sus propuestas de ahorro en salarios, categorías, flexibilidad o movilidad funcional y para evitar los despidos, que probablemente no se celebrará porque la dirección, en lugar de defender el modelo de televisión pública y a los trabajadores, ha decidido romper unilateralmente las negociaciones y fijar en el 1 de agosto la ejecución del convenio.
La reacción entre los grupos políticos del parlamento catalán ha sido mayoritaria en contra del despido colectivo. Unicamente PP y CiU han justificado las salidas. "Probablemente CiU esté buscando el beneplácito del PP, que le exige un titular así", manifiesta a cuartopoder.es un miembro del comité de empresa. "Se está sufriendo un retroceso democrático en los medios públicos, porque tanto PP como CiU están de acuerdo en el control político de los medios públicos y en el concepto neoliberal de que si puedo me los cargo" añade. Critica también la plantilla la tibieza de ERC, que admitía que se produjeran 100 despidos y un recorte de salarios del 5%.
Tras el anuncio, los trabajadores han celebrado asambleas informativas, en las que había más dudas que certezas: no se conoce el reparto de los despidos entre TV3 y Catalunya Ràdio ni como se va a financiar el pago de las indemnizaciones. Tampoco se entiende por qué se externaliza el departamento comercial, la única fuente de ingresos directos del ente, a cuya adjudicación concurrirá el Grupo Godó, competencia directa de TV3 y Catalunya Ràdio y principal candidato a adjudicarse la gestión.
Los trabajadores han pedido en las asambleas la dimisión de Brauli Duart, presidente de la Corporación, y Eugeni Sallent, director de la televisión, y han comenzado a estructurar nuevas movilizaciones. El próximo viernes la plantilla se concentrará durante la reunión prevista entre las partes y el próximo día 19 acudirán al pleno del Parlament a presentar 70.000 firmas de los ciudadanos en contra de los recortes en los medios públicos.