Las casas de subastas del mundo, vale decir, Sotheby´s, Christie´s , creadas en 1744 y 1766, la francesa Drouot, y la china Poly Auction, que pertenece al Ejército Popular, antes construía tanques, cotiza ya en Wall Street desde este verano, y parece va a ensombrecer en los próximos años la influencia de las casas occidentales mencionadas, se preparan para acoger a China como el futuro comprador del arte mundial. En espera de que en ese país Pekín o Shanghai se decanten como el lugar central desde el que se controlan las subastas, la casa Christie´s, que es la que factura por ahora el mayor volumen de ventas en arte del mundo, ha decidido aprovechar la favorable logística de Hong Kong para crear, junto a la China Europe Internacional Business School, donde colabora nuestro país, un curso para alumnos chinos aventajados bajo el programa El mercado global del arte: coleccionar e invertir. François Curiel, que es el responsable de Christie´s en Asia, cree que lo mejor que pueden hacer para bien de todos es formar expertos chinos que pongan orden en el confuso mercado interior del país, confusión que comienza ya a extenderse por el mundo.
En realidad lo que ha hecho Francis Curiel es convencerse de que no hay otra salida si quiere competir con las empresas chinas, y lo mejor es no enfrentarse sino derrotar al enemigo desde dentro, es decir, formar sus propios cuadros desde aquel país y con indígenas, como solía decirse. Todo ello responde a una lógica implacable, ya que se dieron cuenta de que Matisse y Picasso, que habían sido durante años los reyes indiscutibles de las subastas durante los últimos años, comenzaron a perder fuelle frente a nombres como Zan Daqian y Qi Baishi o Zeng Fanzhi, que es el artista vivo más famoso de China y cuyas obras se han vendido en el mercado de Hong Kong por cerca de 10 millones de dólares.
Ello no significa que las casas de subastas occidentales hayan tirado la toalla, ya que las afirmaciones de Curiel son pura estrategia empresarial. Es cierto que Poly Auction es un gigante a tener en cuenta pero también lo es que las casas occidentales de subastas no pueden entrar en el mercado chino con las mismas condiciones y que fuera de China Poly no es tan importante: por ahora todo se reduce a un amagarse mutuo en espera de saber quién va a ser el que lance el primer golpe.
Por lo pronto Artnet, la empresa que cada principio de año anuncia las ventas en el mercado del arte del año anterior, a través de Bloomberg News, ha causado cierto revuelo en este mundillo, revuelo acompañado de un cierto alivio, porque en contra de lo esperado ya que Zan Daqian, que murió en 1983, se había erigido en el artista más vendido en los últimos años, ha sido desplazado, relativamente, por artistas occidentales en 2012 El artista chino, cuyas obras alcanzaron una cifra de casi 800 millones de dólares, no alcanzan ahora los 300 y ello sucede porque, según los expertos, la crisis económica ha hecho que no se vea la aventura china con seguridad y se vuelva a los viejos nombres que suenan año tras año y que se compran como inversión segura. La lista, ya digo, Picasso, Matisse… no dejaba lugar a dudas de que el conservadurismo era la norma habitual en este tipo de transacciones, pero he aquí que Artnet ha anunciado que Andy Warhol se ha llevado la palma en el año 2012 como el artista más cotizado, con 400 millones de dólares, superando a Picasso, que parece ser el canon con que se miden todos en este mundillo, y cuyas obras, tal por caso, Estatua de la libertad, creada en 1962, y que corresponde a las series que hicieron al pintor famoso, se vendió por casi 45 millones de dólares.
Pero ya digo, en este mercado las habas son contadas, y si bien Andy Warhol se hizo con el trono, Zan Daqian le sigue todavía, a pesar de su caída, y en tercer lugar, el alemán Gerhard Richter, el artista vivo que más vendió en 2012, y todo ello gracias a Eric Clapton, propietario de una obra de este artista y que la sacó a la venta. Todo esto conforma una lista muy parecida al de un mercado de coches antiguos donde la excelencia se mide por lo que alguien está dispuesto a pagar. Vamos, puro fetichismo. Se venden fantasmagorías y estas funcionan, o no, según una escala que pocos saben prever. Ante tal incertidumbre se recurre al conservadurismo y a la seguridad falsa, y así, mientras casi todos los años cambian las listas de la cabecera, lo cierto es que el mercado se mantiene estancado en los mismos nombres, siendo Picasso, en realidad, el pintor más vendido si sumamos año tras año los volúmenes de ventas, algo por otra parte previsible ya que Picasso creó una de las obras más prolíficas de la historia del arte. De hecho, aunque Warhol fuera el más cotizado por el conjunto de su obra, El Grito de Edvard Munch, una de sus muchas versiones, alcanzó la cifra de 120 millones de dólares, siendo la obra que alcanzó mayor cifra de ventas. Algo, ya digo normal por su vertiente conservadora: se cumplía el 150 aniversario de Edvard Munch, y para animar más la cosa, otra versión del célebre cuadro fue robada en un museo noruego con gran estupor por parte de las autoridades del país.
Este mercado ama la seguridad que da la falsa seguridad pero, de paso, se aprovecha de las modas efímeras: Damien Hirst, el niño malo del arte, el escandaloso, el controvertido, se forró con obras dudosas y en esta lista aparece por el puesto cuarenta y tantos este año pasado, al igual que otro que estuvo de moda en su momento, Jeff Koons. El dinero no perdona: te pone de moda, te alza y cuando te tiene arriba, se produce un pánico calculado, y se vuelve a… Picasso. A Picasso o a Andy Warhol, porque lo cierto es que si el mercado chino se expande a Occidente, preveo que muchos orientales pondrán los ojos en el artista pop. Tiene algo irresistible que les atrae. Quizá porque en el fondo hay cierta correspondencia entre los colorines planos de Warhol y la pasión de los chinos por los colores chillones. El tiempo dirá.
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