Aumenta el número de periodistas autónomos y propietarios de medios

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De izda. a dcha. Luis Palacio, director del informe; Carmen del Riego, presidenta de la APM; David Corral, presidente de la Comisión de Publicaciones, y Marisa Ciriza, vicepresidenta . / Pablo Vázquez (APM)

"El periodismo tiene un gran recorrido". Tras exponer una ristra de malos datos, el director del Informe Anual de la Profesión Periodística de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Luis Palacio, terminaba así, ayer, la presentación del documento. Aunque la situación laboral es muy mala, los periodistas son un colectivo preocupado por la calidad de su trabajo, con un grado de actualización profesional alto y los expertos reconocen la necesidad de esta profesión o, parafraseando al filósofo Daniel Innerarity, "la abundancia de datos no implica vigilancia democrática. Son necesarios intérpretes capaces de darles un contexto, un sentido y una valoración crítica. Para ello el trabajo de los periodistas es inevitable y no va a ser superfluo"

El informe de este año se ha centrado en distinguir los distintos colectivos que existen dentro de la profesión periodística, en analizar la situación de la industria de los medios, en la relación entre el periodismo y la democracia y, como no, en la destrucción de empleo.

El informe - el primero que elabora Palacio, los ocho anteriores fueron realizados más profusamente por el profesor Farias- analiza por primera vez la situación de los periodistas autónomos. Del conjunto de periodistas entrevistados, los autónomos representan el 13%. Y dentro de ese porcentaje, el 66% se hizo autónomo forzado por las circunstancias (se da con vergonzosa frecuencia, medios que despiden a periodistas y luego les animan a que se hagan autónomos para realizar exactamente el mismo trabajo) y el 34% de manera voluntaria. También es significativo el dato de que la mitad de los periodistas autónomos lo son desde hace menos de cinco años, coincidiendo con el inicio de la crisis, y es curioso que exista un porcentaje significativo de periodistas que son propietarios de su medio, bien sólos o a través de distintas fórmulas societarias, el 23%.

Los ingresos que obtienen los autónomos son, sin embargo, inferiores a los de periodistas por cuenta ajena en medios o empresas de comunicación. El 31,5% cobran menos de 1.000 euros al mes y el 33,6% entre 1000 y 2000 euros mensuales. Sólo el 30% cobra un cantidad  superior. El porcentaje de periodistas y trabajadores de empresas de comunicación que cobran menos de 1.000 euros está alrededor del 15%, mientras que la mitad confiesa cobrar entre 1.000 y 2.000 euros y un 25% entre 2.000 y 3.000.

En cuanto a la situación económica que atraviesan los medios de comunicación, Palacio sostiene que comenzó antes que la crisis económica global, en concreto en los años 90. Desde esa época ha venido cayendo la venta de periódicos en los quioscos y desapareciendo editoras de revistas. La crisis ha afectado tanto a los medios porque el sistema es débil y está desajustado. Sólo existe un medio potente, la televisión, que acapara el 50% de los ingresos por publicidad.

Como ejemplo de la mala lectura que han hecho las empresas de medios de comunicación destacó la situación de los diarios gratuitos. En un primer momento se instalaron dos empresas extranjeras, que lanzaron 20 Minutos y Metro. Antes de que éstas consiguieran resultados económicos positivos, se lanzaban por dos grupos españoles ADN y Qué. No valoraron el mercado publicitario que podía atraer ese producto y se tuvieron que repartir entre los cuatro y sus catorce ediciones los cien millones de publicidad anuales que generaban. El resultado es que sólo queda uno de los cuatro y que la difusión entre 2007 y 2011 se ha reducido a la tercera parte.

El otro ejemplo de la mala lectura empresarial lo protagonizó la televisión de pago. Canal + llegó a tener un millón cuatrocientos mil abonados en su mejor momento y apareció Vía Digital con costosas inversiones de cientos de millones de euros. Cuando se fusionaron, el número de abonados no había crecido prácticamente nada. No supieron evaluar cuántos hogares estaban dispuestos a pagar por la televisión.

Otros de los parámetros interesantes que analiza el informe es la rentabilidad de los grandes medios de comunicación (ratio entre el resultado de explotación y los ingresos de la actividad). Con ciertas diferencias entre ellos, han pasado de tener un margen del 21% en el año 2005 a -1% en el año 2011.

Lo que queda claro, tras lo visto en estos últimos años, es que los medios no saben como parar la sangría de malos resultados y volver a la rentabilidad del negocio. Tampoco el informe ve la luz al final del tunel.

1 Comment
  1. celine says

    Jo.

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