Matías Flórez *
En León, de visista turistica, lo imprescindible es ver la Colegiata de San Isidoro (donde está la Capilla Sixtina del arte románico, como la llaman) y la catedral gótica con sus extraordinarias vidrieras. Pero, como la ciudad está llena de iglesias medievales, uno puede irse por ahí a echarles un ojo y se encuentra con algunas cuyos sacerdotes han sabido ponerse al día, aunque a su modo. La foto, realizada en la entrada de la iglesia de San Claudio, da buena muestra de ello. En un pequeño cartel, el párroco informa a los feligreses del número de su móvil y al lado, más grande, ha colocado otro reclamando que se apaguen los celulares antes de entrar al recinto sagrado. El letrero es significativo. Y sabe dios como se lo toma Dios dentro. Lo cierto es que el párroco de esa misma iglesia peca de moderno pero no de tonto. Fue el primero que colocó un cajero automático de "cepillo", por si los creyentes no traían suelto. La gente no debió estirarse mucho porque ya lo ha quitado.