Ofelia de Pablo
Los primeros rayos acarician ya las cumbres de las pirámides y los templos de Gran Acrópolis de Tikal, una de las mayores del mundo: el Templo del Gran Jaguar, la Pirámide del Mundo Perdido, la de las Máscaras, las cimas de la Acrópolis Sur... forman pequeños icebergs de piedra entre la maraña de una jungla que se extiende hasta el infinito. Cuenta la leyenda que fue Hasaw Chan K´awil quien en el año 700 dC mandó construir el hermoso Templo de las Máscaras en honor a su mujer, que murió muy joven. Después decidió levantar justo enfrente el espectacular templo del Gran Jaguar para que fuera su tumba y así poder cuidar de su esposa eternamente. Ahora el resultado de su amor son dos espectaculares figuras arquitectónicas que presiden la gran plaza central de una de las mayores acrópolis del mundo.
A pocos kilómetros en dirección a la frontera con Belice las Ruinas de Yaxh´a, en pleno Parque Natural, ofrecen un excitante paseo por la historia del mundo maya. Si Tikal es la Gran Urbe en Yaxh´a se encuentra el misterio. La maleza aun devora las paredes de sus pirámides. Gran parte permanecen ocultas bajo verdes mantos, lianas y troncos a la curiosa mirada del viajero.
Están situadas en mitad del Triángulo Cultural Yaxh´a- Nakum-Naranjo, al sur de la Reserva de la Biosfera Maya -una de las mayores de América después del Amazonas-, pero casi no vienen turistas. La soledad invita a explorar, a dejarse llevar por los senderos y a que las rocas nos cuenten su pasado. La cima de la pirámide 216 es una ventana al bosque preamazónico. A lo lejos una alfombra de árboles puebla el horizonte mientras que la mancha de agua de la Laguna Yaxh´a nos recuerda el color del jade, una de las piedras preciosas mas apreciadas por la cultura maya.