El rey Juan Carlos se ha implicado personalmente en la venta de más de 200 carros de combate Leopard a Arabia Saudí por un valor estimado en 3.000 millones de euros (medio billón de las antiguas pesetas). De cerrarse la operación, estaríamos ante el mayor contrato de exportación de armas de lo que llevamos del siglo XXI. La intervención del monarca se produce diez días después de que el secretario de Estado de Comercio y máximo responsable de la junta de control de exportación de armamento y material de doble uso, Jaime García Legaz, asegurase en el Congreso, en respuesta al portavoz de IU, José Luis Centella: “No hay nada sobre esa operación”.
El jefe del Estado recibió el viernes en La Zarzuela al ministro saudí de Defensa, príncipe Salman bin Abdelaziz, hermano del rey Abdala (Guardián de los Santos Lugares), que estuvo acompañado del titular español Pedro Morenés Eulate, en lo que, según fuentes ministeriales españolas, constituyó una visita decisiva para impulsar el precontrato que se materializará a finales de año. El príncipe saudí, que también fue recibido el jueves por el presidente Mariano Rajoy, quiere dotar a sus divisiones blindadas con un número de carros de combate que puede llegar a 700. El Leopard sigue estando considerado el mejor tanque del mundo.
Aunque las fuentes gubernamentales consultadas, incluido García Legaz, aseguran que no habrá ningún problema con las licencias de exportación y la consiguiente transferencia de tecnología a los saudís, es lo cierto que los alemanes de la de Krauss Maffei, que transfirieron la tecnología del carro a la española Santa Bárbara Blindados (SBB) a mediados de los años noventa, plantearon muchos problemas sobre la protección tecnológica cuando el Gobierno de José María Aznar autorizó la venta de SSB a la estadounidense General Dinnamycs, fabricante del principal competidor, el carro Abrams.
Aquellos problemas de protección tecnológica tardaron años en resolverse, pero ahora, según García Legaz, “la operación se hará con los permisos necesarios”. Y el Ministerio de Defensa afirma, según la agencia Europa Press, que este aspecto ya se está abordando y no se espera que presente problemas, ya que la compañía alemana también saldría beneficiada de la operación de exportación.
El Consejo de Ministros aprobó el 25 de mayo un decreto que permitirá al Ministerio de Defensa vender armamento directamente, como hacen otros gobiernos. La decisión modifica la ley de control de exportación de material de defensa y doble uso, que algunos grupos, incluido CiU, consideran insuficiente. Incluso el PP cuando estaba en la oposición llegó a plantear el control parlamentario previo de las exportaciones.
Ante la venta del Leopard –un arma de ocupación muy reclamada por los generales españoles desde los años ochenta, y de la que ahora poseen unas 300 unidades--, sólo IU ha alzado la voz para denunciar que el Gobierno está fortaleciendo militarmente al “régimen tiránico saudí”, que “desprecia a las mujeres y los derechos humanos”. El responsable de defensa de esta formación y eurodiputado Willy Meyer afirma que la operación “viola el Código de Conducta de la UE sobre la venta de armamento, ya que el régimen saudí incumple unos requisitos mínimos de respeto a los derechos humanos y a los principios democráticos más básicos".
En una nota a la Alta Representante, Catherine Ashton, el eurodiputado le pide que investigue la operación y haga todo lo posible para evitarla, ya que “el régimen absolutista saudí está reprimiendo a sangre y fuego las protestas sociales no sólo en su territorio sino en toda la región, tal como demostró “la participación criminal de su Ejército en las manifestaciones y protestas de Bahrein y Yemen".
De materializarse el contrato, España batiría el record de exportación de armas que alcanzó en 2011, con unas ventas de 2.431,2 millones de euros, un 115,5% sobre el ejercicio anterior. Las exportaciones de material de defensa convencional -barcos, aviones, transportes, bombas, misiles, torpedos, armas ligeras, munición y demás productos- han seguido creciendo progresivamente sin verse afectadas por la recesión económica que soportan otros sectores.
Visión táctica: una corona de tanques alemanes made in spain rodeando a millones de jóvenes en paro y trabajadores sometidos a reformas estructurales. Al comprobar que son inofensivos –los trabajadores– y que la corona se puede sustituir por un escudo de misiles, van y los venden –los tanques– a los represores de al lado.
El Leopard es un arma de ocupación muy buena pra el desierto. Aquí nos dejan montarlos –motores en Cartagena y carcasas en Sevilla– y con el argumento de que dan trabajo se los han cobrado al Ejército español, que no los necesita porque ya no es golpista, a un precio abusivo. Si se investigaran esas operaciones, decenas de políticos y generales tendrían que devolver lo que han robado para no ir a la cárcel.
El Leopard no es el mejor carro de combate del mundo por mucho que se quiera vender y que conste que soy germanofilo.Actualmente el carro mas moderno sobre el papel es el Lecrerc francés y el Merkava israelí en su ultima version.