El republicanismo cívico convoca una gran manifestación en Madrid el 14 de abril

El republicanismo cívico ha convocado una manifestación la tarde del próximo sábado, 14 de abril, 81º aniversario de la II República, para reivindicar los valores laicos y democráticos, reclamar justicia por los crímenes del franquismo y mantener viva la aspiración republicana en España. La fórmula adoptada de “plataforma cívica” por la República permite a los dirigentes de las formaciones de izquierda, especialmente IU, ICV y ERC, sumarse a la macha sin comprometer la lealtad de sus partidos a una Constitución que establece la Monarquía Parlamentaria como forma de Estado.

Actos, homenajes y otras acciones se han celebrado cada aniversario de la proclamación de la II República, incluso antes de que se muriera el dictador, pero manifestaciones populares como la prevista para el próximo sábado a las 19 horas desde el redondel de la Cibeles por la calle de Alcalá hasta la Puerta del Sol no se convocaban en Madrid desde 1978. Entonces, hace ya 34 años, varios miles de personas desfilaron por la calle de García Morato (hoy Santa Engracia) y fueron apaleadas y disueltas con botes de humo por la policía antidisturbios, que no respetó las canas e hirió a abuelos y nietos en la zona de Ríos Rosas, junto a los depósitos del Canal de Isabel II, ahora en proceso de privatización.

Desde aquella fecha, las formaciones mayoritarias de la izquierda (PSOE y PCE) se abstuvieron de salir a la calle para reivindicar la República. Su aceptación de la Monarquía Parlamentaria en la Constitución refrendada a finales de aquel año dejó sin sentido la aspiración republicana. El último guiño sobre la forma de Estado fue promovido por el jefe de filas parlamentarias del PSOE, Alfonso Guerra, quien mantuvo el voto particular en la ponencia constitucional y obligó a la comisión a votar entre Monarquía y República. Los reproches fueron tremendos, dentro y fuera del partido, pero “se votó, se perdió y el tema quedó zanjado”, recuerda Guerra.

Treinta y cuatro años después, la Transición es historia y el sentimiento republicano cobra fuerza en amplios sectores de la izquierda, especialmente de IU y otras formaciones minoritarias. También numerosos grupos laicos, asociaciones vecinales, de la Memoria Histórica, y asambleas del movimiento de los indignados del 15M contra la injusticia económica y social y contra el déficit democrático, se han sumado a la convocatoria de manifestación en Madrid, realizada por la Unidad Cívica por la República (UCR).

Además se celebrarán actos en muchos pueblos y ciudades. Por el momento se ha anunciado una “caravana republicana” en Sevilla por las rondas históricas de la ciudad a las 12:30 del 14 de abril; reuniones y concentraciones de republicanos en Segovia, Huesca, Granada, Algeciras (Cádiz), Esquivas (Toledo), Alicante y Bilbao. Si en Algeciras se rendirá homenaje a los poetas, en el Campo de Albatera (Alicante) se evocará a los presos y fusilados, y en las tapias del cementerio del Este de Madrid, a las “doce rosas”, jóvenes allí fusiladas. Los republicanos de Bilbao recogerán en un barco a los de Santurzi y celebrarán una comida popular el domingo 22 de abril. Y ese mismo fin de semana tendrá lugar en Rivas (Madrid) el primer Congreso de Víctimas del Franquismo.

La Unidad Cívica por la República, de la que forman parte Julio Anguita y otros exdirigentes de izquierda, además de intelectuales, historiadores, asociaciones de la memoria, sindicalistas y parlamentarios de IU, ICV y ERC, ha elaborado un manifiesto en el que suman la reivindicación y la memoria. Apuestan por “un proceso constituyente hacia la III República”, exigen verdad, justicia y reparación para las 143.353 personas (son cifras de la propia Audiencia Nacional) asesinadas por el franquismo, para los represaliados y los 30.000 niños robados a sus familias. Y reclaman la democratización de la Jefatura del Estado frente al “déficit democrático” que supone una monarquía que es, por naturaleza, “fuente de privilegios injustificados y de toda clase de corrupciones”, dicen. El lema propuesto por el grupo 15M autodenominado Toma la Zarzuela resume esta afirmación: “Si hay rey no hay democracia”.

La efervescencia republicana coincide con la crisis de la Casa Real a raíz del caso Urdangarín de presunta corrupción, en connivencia con los gobernantes autonómicos del PP de Baleares y la Comunidad Valenciana. En el ámbito parlamentario, el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha contestado lacónicamente a una resma de preguntas escritas de los diputados de ERC Alfred Bosch, Joan Tardà y Teresa Jordà, diciendo que no tiene previsto modificar el régimen jurídico de la Corona para acentuar el control parlamentario y que “el Gobierno no realiza valoraciones sobre asuntos ajenos a las funciones y competencias que le atribuyen la Constitución y las leyes”.

Sobre la utilización de los bienes del Patrimonio Nacional, el Gobierno aclara que el uso de palacios, fincas e instalaciones no es exclusivo de la Familia Real, sino “compatible con fines culturales, científicos y docentes”. En este sentido cabe señalar que el Presupuesto del Estado mantiene en 2012 una inversión ligeramente superior a 20 millones de euros en obras del Patrimonio, la más importante, sin merma económica, es el futuro Museo de la Monarquía que se está construyendo detrás del Palacio Real de Madrid, junto a los jardines de Sabatini.

En una respuesta, el Gobierno aclara que el óleo de Salvador Dalí, El Atleta Cósmico, que el Rey tiene en su despacho del Palacio de la Zarzuela, fue cedido en 1971 por el entonces propietario Anselmo López Martín a don Juan Carlos a título personal en tanto viviese. Al fallecer el cedente en 2004, sus herederos ratificaron la cesión. Cuatro años después, al comienzo de la crisis, Patrimonio Nacional lo compró a un precio “manifiestamente ventajoso”, pues la valoración de mercado establecida por la Fundación Gala-Dalí era 3,6 millones de euros y el precio de adquisición fue 2,8. “La compra encaja plenamente en la política de adquisiciones de Patrimonio Nacional para mejorar y completar sus colecciones”, añade el Gobierno antes de recordar que el Rey recibe en ese despacho a mandatarios internacionales y a otras personalidades, incluido el portavoz de ERC que formuló la pregunta.